En torno a una semiótica de lo visual
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Figuras y estrategias
Algirdas J. Greimaslingüística y teoría literaria
En el universo de lo simbólico, los objetos visuales -pintura, fotografía, cine- conforman un conjunto muy particular dado el soporte físico que constituye su plano de la expresión. Habría que hacer, entonces, una distinción clara, neta, entre lenguajes verbales y lenguajes no verbales. La semiología (en los años sesenta) no lo hizo. El signo lingüístico se convirtió en una carga para la aprehensión del sentido, de la significación, del cual eran portadores los fenómenos visuales. Y el signo -verbal o no verbal- es algo dado, por lo tanto, no pertinente para ser considerado el objeto de estudio de una disciplina que pretenda dar cuenta precisamente de las estructuras que subyacen a dicha manifestación.
Para la semiótica greimasiana, que hace suyo este principio, los signos son susceptibles de ser descompuestos en unidades mínimas, en este caso, del plano del contenido. Los trabajos que presentamos en este volumen parten de dicho postulado y tratan de construir el recorrido generativo gracias al cual una fotografía, una pintura o un film, producen un determinado efecto de sentido. En una segunda parte, los trabajos que presentamos se refieren más bien a la discusión sobre problemas que tienen que ver más concretamente con la teoría semiótica general: el problema de las transformaciones -que nos conduce a una semiótica de la acción-, el de las dimensiones pragmática y cognoscitiva, donde se empieza a vislumbrar la emergencia de una tercera dimensión tímica, lugar donde se localizarían las pasiones; hasta los problemas contractuales y fiduciarios que ponen en relación a los objetos, para culminar con la problemática de la manipulación.
No obstante la complejidad de los planteamientos, la semiótica greimasiana se revela como una disciplina capaz de dar cuenta de la significación de la que son portadores no importa qué tipo de fenómenos significantes.