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El ocaso del imperio de Maximiliano visto por un diplomático prusiano
Konrad Ratzhistoria
El presente libro, preparado por Konrad Ratz, nos permite examinar el segundo imperio mexicano a través de los informes políticos que un avezado y minucioso diplomático prusiano, como parte de su desempeño profesional en México, rindió a sus superiores en Berlín. Esta nueva publicación tiene grandes méritos, pues aporta el punto de vista de un privilegiado testigo presencial que no sólo observó y palpó directamente los enormes problemas que confrontó el gobierno de Maximiliano, sino que además se convirtió en un importante protagonista en los acontecimientos finales que condujeron al archiduque austriaco al paredón.
Como Magnus llegó a México sólo un año antes del fusilamiento de Maximiliano, lo que en realidad presenció fue el fin de su régimen, por lo cual el título que lleva el libro —El ocaso del imperio— no puede ser más acertado y elocuente. El diplomático prusiano narra detalladamente las graves carencias financieras que se enfrentaron, puesto que ya ni siquiera había dinero para seguir pagando a los soldados; la fatal decisión de París de retirar anticipadamente sus tropas, el fallido viaje de Carlota a Europa para tratar de hacer cambiar de opinión a Napoleón III; las presiones de Washington para que se pusiera punto final al proyecto napoleónico; las deserciones y la corrupción que plagaron los rangos imperiales, las propias vacilaciones del emperador, su indecisión sobre abdicar o no, la poco certera decisión que tomó de trasladarse a Querétaro, la resistencia final y la traición de muchos remataron el cuadro de un ilusorio proyecto monárquico que desde un principio estuvo condenado al fracaso.
La presente obra aporta un excelente retrato de lo que era la sociedad mexicana —en particular su clase dirigente— y nos permite establecer un estrecho vínculo entre el pasado y el presente, pues a pesar del tiempo transcurrido, muchas cosas no han cambiado del todo y seguimos confrontando los mismos problemas de siempre que han impedido que seamos capaces de construir un país más equitativo, democrático y justo. A fin de cuentas, la narración de la historia del segundo imperio, tal como nos la presenta esta nueva publicación, es básicamente el recuento de la eterna lucha entre las élites del poder en beneficio de sus propios intereses, y no de los intereses de las mayorías o de la nación en su conjunto.