Nació en la ciudad santafesina de San Jorge. Estudió musicoterapia en Buenos Aires y trabajó como profesor de música en escuelas primarias y secundarias. En los años ochenta recorrió la Argentina dando charlas, seminarios y talleres sobre creatividad y animación musical, pero sobre todo, trabajando con y para los niños. Viajero incansable, luego de pasar por Cuba se quedó doce años en México, actuando (y experimentado) en muchísimos escenarios, radio y televisión. Así nació su primer disco, El vampiro negro, al que le siguieron diez más. Ha recibido numerosos premios por su carrera artística como músico, humorista y escritor; pero lo mejor es que aulas, bibliotecas y hasta un jardín estatal llevan su nombre. Natacha, uno de sus personajes más entrañables, fue llevada al cine recientemente. Rockstar de niños y adultos, Luis Pescetti llena teatros con sus espectáculos y sus libros no sólo se venden, ¡se leen con inmenso placer!

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El chiste de leer

Luis María Pescetti
Área infantil y juvenil
$180
Un libro para los que están empezando a leer, con un millón de capítulos, gallinas sueltas y páginas sin numerar. ¿Es una locura? ¡Sí! El chiste de leer es un buen plan para chicos que están aprendiendo y prefieren hacerlo con una sonrisa. Solos, de a dos o de a muchos. Con chistes, poemas, diálogos y acertijos para leer en voz alta, actuar, adivinar...e inundarse de alegría. Luis Pescetti propone juegos con los sonidos y los sentidos de las palabras y, sobre todo, invita a disfrutar del vínculo fundamental que une a quien desea aprender con quien se dispone a enseñar.

Cómo era ser pequeño

Luis María Pescetti
educación
$240
Por increíble que parezca, los adultos solemos olvidarnos de cómo fue ser niños. Una experiencia de al menos doce o trece años debería ser imborrable, pero muchos terminamos hablando de ellos como exiliados de nuestra propia infancia. Este libro entrañable viene a corregir un equívoco extendido que se origina en ese olvido: la idea de que los niños deben ser tratados como personas en diminutivo, como seres irracionales cuyos "caprichos" hay que reconducir a la supuesta sensatez adulta. Nace de innumerables preguntas que Luis Pescetti ha escuchado en su larga trayectoria alrededor de los niños como exitosísimo músico y autor: "¿cómo hacés para que los chicos se rían?", "¿cómo lográs que te presten atención? ". Pues, dicen estas páginas, hay que ponerse en el lugar de ellos, tratar de mirar la vida con sus ojos recién llegados, imaginar qué pasa por la cabeza de alguien que no se siente pequeño ni incapaz, y que se esfuerza cada día por conquistar un pedacito más de mundo. ¿Y si pensamos a los chicos como inmigrantes en el tiempo, llegados a un presente en el que los adultos somos ciudadanos plenos? ¿Cambiaría el modo en que reaccionamos frente a sus desafíos, sus desilusiones y sus preguntas, o la manera en que tratamos de enseñarles algo? En este libro, que ofrecemos para padres y madres, docentes y profesionales que trabajan con niños, Pescetti vuelve a escenas de su propia infancia y de sus años de vida y trabajo en América Latina, y propone recuperar la idea de "ser pequeño" como una experiencia que se repite una y otra vez en la vida adulta, cuando estamos frente a un cambio de escala que nos obliga a recalcular nuestras posibilidades. "Ni un niño es un compacto de recursos infantiles, ni un adulto ha eliminado todo vestigio de sus deseos y respuestas de la infancia", señala el autor, que ha escrito un libro que intenta devolver humanidad a la tarea más desafiante que un adulto puede enfrentar: acompañar a un niño en esos años en que la mirada de los otros nos define para siempre.

Una que sepamos todos

Luis María Pescetti
educación
$365
“La educación tiene que ser creativa e innovadora.” Todos oímos este reclamo alguna vez, pero ¿cómo hacer? ¿De qué modo podemos acompañar las ganas de aprender de los chicos? En Una que sepamos todos, la alegría es la clave para encender el entusiasmo por el aprendizaje, y el juego, la gran puerta de entrada para conectar con el espíritu inquieto y curioso de los chicos. Con chispa de humorista, talento de escritor y mucha experiencia docente, Luis Pescetti arma una bolsa de juglar repleta de juegos musicales, de animación y de lectura en voz alta para llevar al aula, el campamento, el club y a todas partes. Las canciones que tararea la abuela, los juegos en la plaza, las historias de cuando papá era chico, los trabalenguas, las adivinanzas... Pescetti recupera en este libro la riqueza de esas voces que dejamos fuera de la escuela, pero que aportan un combustible vital imprescindible para el aprendizaje. “Maestros, llenen sus alforjas de buenos juegos, de chistes, de palmas, de rimas y canciones. El viaje es largo, y como le sucede a quien llega a una nueva tierra, nos da seguridad que nuestros guías estén contentos con su tarea y tengan ánimo.” Esta es la invitación.