Filosofía
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La educación como práctica de la libertad
Paulo Freirebiblioteca clásica de siglo veintiuno
La educación de las masas es el desafío fundamental de los países en desarrollo, una educación que, liberada de todos los rasgos alienantes, constituya el motor del cambio social. Por consiguiente, la opción se da entre una pedagogía “para la domesticación” y una pedagogía “para la libertad”, entre “una educación para el hombre-objeto” y “una educación para el hombre-sujeto”.
Paulo Freire considera que, dentro de las condiciones históricas de la sociedad, es indispensable una amplia concienciación de las masas a través de una educación que les permita reflexionar sobre su espacio y su tiempo. Está hondamente convencido de que la elevación del pensamiento del individuo, “que suele llamarse, apresuradamente, politización”, comienza exactamente con esta autorreflexión que lo lleva a profundizar su toma de conciencia y, sobre todo, a transformar su inserción en la historia, ya no como espectador, sino como actor y autor.
La pedagogía de Paulo Freire es, por excelencia, una “pedagogía del oprimido”, que no postula modelos de adaptación ni de transición de nuestras sociedades, sino de ruptura, de cambio y de transformación total. La alfabetización, y por consiguiente toda la tarea de educar, sólo será auténticamente humanista en la medida en que procure la integración del individuo a su realidad nacional, en la medida en que pueda gestar en el educando un proceso de recreación, de búsqueda, de independencia y, a la vez, de solidaridad.
Cartas a Cristina
Paulo Freireeducación
Inaugurando un nuevo género en su obra, que bordea la ficción, Paulo Freire revela en este su nuevo libro, repleto de memorias y reflexiones, que la base de cualquier teoría y la llave del conocimiento se encuentran en la experiencia personal y en la capacidad de aprender a partir de impresiones obtenidas del universo vivido.
El proyecto de este libro fue inspirado por el deseo de su sobrina Cristina de conocer mejor a su tío, en la época en que estaba exiliado. Es una suerte para el lector, pues tiene ahora la oportunidad única de acompañar el trayecto de la vida y el hilo del pensamiento del gran maestro Paulo Freire.
En un diálogo constante entre pasado y presente, el autor liga experiencias del pasado a la situación actual de la sociedad brasileña. Hace también una severa crítica al dogmatismo político, rechazando tanto el reaccionarismo autoritario de derecha cuanto a los mecanicistas que tantas veces actúan en la izquierda.
En Cartas a Cristina el autor vuelve vivas las sensaciones e impresiones vividas y explícitos los contrastes político-sociales en Brasil. Cuenta cómo, siendo niño, fue atrapado robando una papaya y analiza esa situación resaltando el humillante contraste entre el hambre del niño Paulo y el discurso autoritario del propietario de la fruta. Más adelante, Freire compara la sensación de ser atrapado con una papaya en las manos con la de ser apresado, muchos años después, por la dictadura militar, creando así una expresión que ciertamente será entendida por el lector que ya haya pasado por situaciones en las cuales en mayor o menor grado se haya sentido "sorprendido con la papaya en las manos".
El libro se completa con las notas brillantemente escritas, a partir de exhaustivas investigaciones, por la mujer del autor, la historiadora Ana Maria Freire.
Del autor Siglo XXI ha publicado también: La educación como práctica de la libertad; Pedagogía del oprimido; ¿Extensión o comunicación?; Cartas a Guinea-Bissau. Apuntes de una experiencia pedagógica en proceso; La importancia de leer y el proceso de liberación; Pedagogía de la esperanza; Cartas a quien pretende enseñar, y Política y educación.
Pedagogía del oprimido
Paulo Freirebiblioteca clásica de siglo veintiuno
Cuando aprendemos a escribir, no sólo copiamos letras o sílabas, sino que expresamos ideas y miradas, experiencias cotidianas y modos peculiares de decir. Alfabetizarse no significa repetir palabras, sino poder decir las propias. La teoría de Freire coloca a los sujetos en condiciones de replantearse críticamente las palabras de su universo para descubrirse y conquistarse y, así, asumir lúcidamente su condición humana. Este aprendizaje transformador es la vía que recorre Pedagogía del oprimido.
Mientras que la educación que Freire cuestiona anula el poder creativo de las niñas y los niños y satisface de esa forma los intereses de una sociedad regida por la práctica de la dominación, su pedagogía liberadora propone a alumnos y maestros que inicien juntos, como oprimidos, la tarea histórica de liberarse a sí mismos apropiándose del mundo que los rodea.
Sin lugar a dudas, la obra más representativa de Paulo Freire y la de mayor influencia en el pensamiento pedagógico y social del siglo XX, el método de alfabetización que inaugura Pedagogía del oprimido sigue siendo indispensable para reflexionar sobre la práctica educativa también en el siglo XXI. El educador liberador está con los alumnos en vez de hacer cosas para los alumnos. En ese acto conjunto de conocimiento hay racionalidad y pasión.
Y eso es lo que yo soy, un educador apasionado, porque no entiendo cómo vivir sin pasión.
Enseñando descubrí que era capaz de hacerlo y que me gustaba mucho.
Empecé a soñar cada vez más en ser un profesor. Aprendí a enseñar a medida que más amaba hacerlo y más estudiaba al respecto.
Paulo Freire
¿Extensión o comunicación?
Paulo Freirebiblioteca clásica de siglo veintiuno
Más que un análisis del trabajo -como educador- del agrónomo, equivocadamente llamado "extensionista", este ensayo es una síntesis profunda del papel que Freire asigna a la educación comprendida en su perspectiva verdadera, que no es otra que la de humanizar al hombre en la acción consciente, que este debe hacer para transformar al mundo. Freire comienza su trabajo con un análisis del término "extensión", partiendo de puntos de vista diferentes: el sentido lingüístico de la palabra, crítica a partir de la teoría filosófica del conocimiento y estudio de sus relaciones con el concepto de "invasión cultural". Posteriormente discute la reforma agraria y el cambio, oponiendo los conceptos de "extensión" y de "comunicación" como profundamente antagónicos. Muestra como la acción educadora del agrónomo, como la del profesor en general, debe ser la de comunicación, si es que quiere llegar al hombre, no al ser abstracto sino al ser concreto insertado en una realidad histórica. De Paulo Freire, Siglo XXI ha publicado también Pedagogía del oprimido, La educación como práctica de la libertad, La importancia de leer y el proceso de liberación y Cartas a Guinea-Bissau. Apuntes sobre una experiencia pedagógica en proceso.
Por una pedagogía de la pregunta
Antonio Faundezbiblioteca clásica de siglo veintiuno
El acto de hacer una pregunta parece muy fácil, algo que no encierra ningún misterio: en general, son los que no saben los que preguntan. Paulo Freire, en diálogo con el educador chileno Antonio Faundez, desbarata esta supuesta evidencia al sostener que formular buenas preguntas requiere un aprendizaje artesanal, de ensayo y error, de trabajo compartido entre maestros y estudiantes. La educación tradicional pone al docente en el lugar del que presenta un repertorio de respuestas y hace a un lado las preguntas molestas con el fin de ofrecerle al alumno un conocimiento que muchas veces, aunque resulte increíble, no tiene relación con las inquietudes de ninguno de los dos. Pero las respuestas que no están ligadas a la curiosidad genuina difícilmente lleguen a destino, porque la curiosidad es el punto de partida tanto para aprender como para enseñar.
En este libro dialogado, pensado de a dos, los autores esquivan el riesgo de convertir la propuesta de una pedagogía de la pregunta en un simple juego retórico o en un gesto superficial, y revelan, a partir de sus experiencias como educadores populares en diversos países, la importancia de saber preguntar como base del proceso de enseñanza y aprendizaje. Cuando los maestros o los padres asumen la responsabilidad de educar, o cuando los intelectuales asumen la función de interpretar las necesidades de la gente, es imprescindible que, antes de intervenir con contenidos construidos de antemano, procuren dialogar, preguntarse y preguntar por las necesidades materiales, culturales o espirituales de los otros.
Con sabiduría de viejos maestros, Freire y Faundez revisan sus propios métodos de alfabetización y reflexionan sobre el papel de la cultura popular y sobre su rol como docentes, con el propósito de evitar la castración de la curiosidad y recuperar el hábito de admirarse y de “vivir la pregunta” como el verdadero sostén de la enseñanza.