La enseñanza de la Química a partir de sus modelos
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De la paradoja a la metáfora
José Antonio Chamizoeducación
Lograr una ciudadanía con instrumentos suficientes para comprender un mundo que las ciencias y las tecnologías han construido, y que no ha arrollado, exige una serie de compromisos y resultados educativos que van desde saber leer, escribir y manejar los conocimientos básicos de las diversas disciplinas, hasta la capacidad de advertir los alcances de la ciencia y las tecnologías en los ámbitos local, nacional y mundial. No obstante, aun y como lo ha señalado Edgar Morin, los siglos anteriores siempre creyeron en un futuro, fuera repetitivo o progresivo, pero el siglo XX descubrió la pérdida del futuro, es decir, su impredictibilidad. El futuro se llama incertidumbre y ante él mismo las universidades deben de ser capaces no sólo de educar en términos generales y tradicionales, si no de expresar reflexivamente los mundos de posibilidades que se están construyendo y actuar en consecuencia: los cual pocas hacen y mal.
De la paradoja (un hecho o dicho aparentemente contradictorio o contrario a la lógica) a la metáfora (con lo que se nombra a una cosa que corresponde a otra, produciéndose así una transferencia de sentido) es un viaje personal por la enseñanza de la química, que reconociendo y utilizando los modelos y el modelaje, apela a darle sentido en este complejo tiempo que nos ha tocado vivir. Ya lo decía el filósofo: Es necesario que el cuerpo docente se sitúe en los lugares más avanzados dentro del peligro que constituye la incertidumbre del mundo.