Enseñar distinto

Melina Furman
educación que aprende
$590
¿Cuánto tiempo hemos dedicado a estudiar y hasta a enseñar temas que no terminamos de entender? ¿A repetir como loros? ¿Cuánto del trabajo escolar está dedicado a producir conocimiento inerte, ese que queda en el arcón de la memoria, pero luego no logramos usar? ¿Y qué podemos hacer para evitarlo? ¿Cómo aprovechar los muchos años en que tenemos a chicas, chicos, adolescentes y jóvenes en la educación formal? ¿Cómo darles herramientas y despertarles el deseo y la voluntad para seguir aprendiendo durante toda la vida? En definitiva: ¿cómo enseñar distinto? Con la meta en el aprendizaje profundo, Enseñar distinto propone un recorrido sustancioso que abarca tanto los grandes desafíos como las situaciones del día a día de los educadores de todos los niveles; un recorrido lleno de estrategias y ejemplos que traducen un sólido conocimiento del campo teórico en consejos de enseñanza. Paso a paso, enfoca qué enseñar, cómo priorizar contenidos, cómo motivar a los estudiantes y planificar secuencias que les den protagonismo. Hacer buenas preguntas y crear rutinas de pensamiento son premisas fundamentales en este camino, así como promover la metacognición y ofrecer un feedback valioso. Para llegar a puerto, por fin, no es posible eludir la evaluación tan temida; la buena noticia es que, bien pensada, es una excelente aliada para el aprendizaje. Con una mirada creativa y sensata, rigurosa y fresca, la reconocida experta en formación docente Melina Furman abre el puño y nos regala un enorme tesoro de herramientas concretas para potenciarnos como docentes transformadores. Buscando enseñar distinto a como enseñábamos ayer, en un camino de mejora continua. Desde donde estamos, con lo que sabemos y con lo que tenemos. Para que, desde ahí, podamos ir mucho más lejos.

Una escuela en ronda

Magdalena Fleitas
educación que aprende
$470
Este libro anda por tres caminos que se cruzan y se encuentran, por suerte, muchas veces y amorosamente: el del lenguaje musical, el de las infancias y el de la vida en las instituciones educativas. Al recorrerlos, va sembrando un marco conceptual rico y profundo, pero sobre todo nos va ofreciendo un sinfín de ideas, recursos, canciones, historias y herramientas didácticas para trabajar en casa, en el barrio, en la plaza, en las escuelas, con niños y con grandes. Con sabiduría y generosidad, Magdalena Fleitas comparte los entretelones de un jardín en que el lenguaje musical y el arte dan forma a las rutinas, los proyectos y los vínculos entre docentes, directivos, niños y familias. Nos cuenta que cada momento tiene sus rituales, sus colores y sus sonidos. Nos deja espiar por la ventana las reuniones con docentes y la planificación de las actividades, y nos da permiso para curiosear sin apuro las cajas de tesoros con los que dar vida a cada propuesta que invita a aprender. Para eso, se nutre de su vastísima experiencia como formadora de formadores, directora, maestra, música y mamá. Una escuela en ronda abre las puertas al juego y a la exploración. Y para eso nos invita a bucear en nuestras propias fuentes: las canciones y los juegos de la infancia, aquello que nos emociona, y los conocimientos de la comunidad de la escuela, para conectarnos con la creatividad más profunda que habita en cada casa y en cada institución. Bienvenidos a esta aventura pedagógica que canta y baila, a esta escuela en ronda, en la que crecer es crecer con otros y descubrir la propia voz.

Neurociencia en la escuela

Andrea Goldin
educación que aprende
$400
Las neurociencias están de moda. En su nombre, con el dedo en alto y tono profético, se les dice a los docentes lo que deben hacer y cómo hacerlo para lograr el tan anhelado tesoro: que los estudiantes aprendan. ¿Cuánto hay de cierto y cuánto de mito en lo que se pregona? ¿Es puro palabrerío para vestir con nuevas ropas a las mismas recetas de siempre? Aprender es modificar el cerebro, dice la autora de este libro. Y es que el cerebro tiene una propiedad deslumbrante: se transforma con la experiencia. Pero para que el aprendizaje ocurra hace falta que se den ciertas condiciones. Algunas circunstancias pueden facilitarlo y otras, hacerlo más difícil. Lo cierto es que en las últimas décadas las neurociencias crearon un cuerpo de conocimiento sólido sobre los procesos que nos permiten a nosotros, humanitas y humanitos, incorporar saberes, desarrollar habilidades, resolver problemas y pensar creativamente. Es por eso que, con toda prudencia y respeto por la labor y el saber de los educadores, hoy hay un montón de ciencia que puede ayudar a pensar el trabajo en el aula y ofrecer herramientas valiosas. Joven pionera en esto de combatir mitos y acercar la ciencia del cerebro a la educación, Andrea Goldin nos ayuda a entender, en términos simples y amables, qué pasa cuando aprendemos, tanto en la escuela como a lo largo de toda la vida. Sin falsas promesas y sobre todo sin arrogancia, responde a las preguntas centrales: ¿Por qué la nutrición, el sueño o el juego son fundamentales? ¿Cómo funciona la memoria y qué papel cumple la atención? ¿Qué es la flexibilidad? ¿Cómo decidimos qué información procesamos y cuál dejamos pasar? ¿Cómo intervienen las emociones? También, cosas mucho más prácticas y concretas: ¿Por qué algunos aprendizajes son más profundos? ¿Qué hace que un recuerdo sea perdurable? ¿Sirve estudiar de memoria? Y hasta cómo conviene periodizar el estudio. Pero Neurociencia en la escuela no se concentra solo en el aprendizaje: propone también una neurociencia de la enseñanza, que ubica al docente en el centro. Y lo mejor de todo es que, sobre la base de estos conocimientos, maestros y maestras (¡y todos en general!) podemos hacer mucho en nuestra búsqueda de aprender y enseñar mejor.