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El chiste de leer
Luis María PescettiEl chiste de leer
Ficha técnica
ISBN: 9786070313912
Páginas: 144
Medidas: 15.5 cm. x 23 cm. x 0.8 cm.
Colección: Área infantil y juvenil
Autor: Luis María Pescetti
Año de edición: 3/1/
$190
Un libro para los que están empezando a leer, con un millón de capítulos, gallinas sueltas y páginas sin numerar. ¿Es una locura? ¡Sí! El chiste de leer es un buen plan para chicos que están aprendiendo y prefieren hacerlo con una sonrisa. Solos, de a dos o de a muchos. Con chistes, poemas, diálogos y acertijos para leer en voz alta, actuar, adivinar…e inundarse de alegría. Luis Pescetti propone juegos con los sonidos y los sentidos de las palabras y, sobre todo, invita a disfrutar del vínculo fundamental que une a quien desea aprender con quien se dispone a enseñar.
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Ficha técnica
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Y le parecía además que en ocasiones las cartas se gradúan al rango de verdaderas obras literarias.
Es el caso de las que recoge este libro, las cartas que Paz
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Pensado para quienes buscan sumergirse en la práctica de la escritura del microrrelato, este manual que no subestima al lector, pero tampoco lo desanima incluye ejercicios, ejemplos y lecturas sugeridas; lugares para encontrar ideas que disparen la escritura (los sueños, los mitos, las leyendas, los cuentos populares); formatos posibles (el diccionario, las instrucciones, un tuit); consejos y advertencias: Para ser dignamente microrrelatista, intente el cuento largo, intente la poesía, intente la novela. Usted tiene que poder volver al microrrelato porque siente que es el género en el que mejor puede expresarse, y no porque es lo único que le sale.
Nada de esto quiere encorsetar la expresión personal sino, por el contrario, liberarla para encontrar una voz propia, lo que convierte a estas páginas en un manual de escritura en toda su ley, más allá del género. Como dice la autora, lo importante es que la materia de sus microrrelatos sea la de sus propias experiencias y fantasías, la de su imaginación. [] Usted estará allí con todo lo que es, lo que piensa, lo que siente. Por supuesto, además, sea breve.
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"Yo milito en La Plata, estoy escribiendo mi primer volumen de cuentos, La invasión, y estoy terminando la carrera. Mi militancia era una militancia, digamos, con muchos problemas, desde el punto de vista de lo que eran los registros generales de la militancia. Entonces hacemos una reunión de célula en mi pieza de la pensión, donde estaban Luis, una piba que estudiaba Historia conmigo y un trotskista peruano que estaba estudiando en La Plata y que se dormía en las reuniones; éramos cuatro en la célula, y discutíamos los problemas de los frentes de trabajo. Y Luis, que era como hermano mío, pide la palabra y propone a la célula que eleve a la dirección que yo debo ser separado de mi puesto de secretario de la revista. ¡Una traición total! Decía que yo no era buen militante, que no daba buen ejemplo. El tipo no me dice nada antes: es como esas historias en que al tipo lo mandan al Gulag, y el que lo manda es su hermano del alma, en nombre de la Historia y del Proletariado Mundial. Seguramente, quería ser él el secretario de redacción Me acuerdo que dije: Bueno, que se vote. Entonces, ellos votaron juntos, yo me abstuve y creo que el peruano votó en contra. Y ellos elevaron mi separación a la dirección (que no les dio bola, imaginate). Al tipo yo le hice la cruz, nunca más lo saludé; no digo que el tipo no dijera lo que pensaba, incluso tenía todo el derecho del mundo, pero me hubiera dicho: Mirá, viejo...".
Esta conversación no es la versión oral de Los diarios de Emilio Renzi, sino la memoria detallada y chismosa de los sesenta y setenta.
Del prólogo de María Moreno

Luis María Pescetti
Nació en la ciudad santafesina de San Jorge. Estudió musicoterapia en Buenos Aires y trabajó como profesor de música en escuelas primarias y secundarias. En los años ochenta recorrió la Argentina dando charlas, seminarios y talleres sobre creatividad y animación musical, pero sobre todo, trabajando con y para los niños. Viajero incansable, luego de pasar por Cuba se quedó doce años en México, actuando (y experimentado) en muchísimos escenarios, radio y televisión. Así nació su primer disco, El vampiro negro, al que le siguieron diez más. Ha recibido numerosos premios por su carrera artística como músico, humorista y escritor; pero lo mejor es que aulas, bibliotecas y hasta un jardín estatal llevan su nombre. Natacha, uno de sus personajes más entrañables, fue llevada al cine recientemente. Rockstar de niños y adultos, Luis Pescetti llena teatros con sus espectáculos y sus libros no sólo se venden, ¡se leen con inmenso placer!
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