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El arte escénico
Konstantin Stanislavskiarte y pensamiento
Konstantin Stanislavski, figura fundamental del teatro mundial, revolucionó el arte de la actuación con una trayectoria que comenzó en 1877 como director de una compañía de aficionados en Moscú y alcanzó su apogeo con la fundación del Teatro de Arte de Moscú en 1898, junto a Vladímir Nemírovich-Dánchenko. A lo largo de esas dos décadas, el cambio en sus ideas respecto del arte de actuar fue radical, y su evolución se debió a la constante observación de sí mismo, de sus sentimientos, reacciones y actitudes dentro y fuera del escenario, así como también a la observación de los demás.
El arte escénico recoge así el desarrollo evolutivo de las mencionadas ideas de Stanislavski y de sus transformaciones: se trata de una compilación que reúne los treinta capítulos de su texto Sistema y métodos del arte creador, acompañados de los Cinco ensayos de la ópera Werther, de Massenet y de dos apéndices que cierran el volumen: uno dedicado a la ética teatral y el otro al rol que cumplía la improvisación en la producción escénica de Stanislavski. Aunque éste solía rechazar la idea de que sus enseñanzas pudieran reducirse a un sistema rígido, en todos estos textos es posible advertir por qué su enfoque orgánico, centrado en la creación del actor, sigue siendo una fuente inagotable de inspiración para generaciones de artistas teatrales en todo el mundo.
Por otro lado, en su introducción crítica, David Magarshack ofrece una exposición y un análisis detallados de las ideas de Stanislavski, explorando las complejas relaciones entre la escuela de actuación conocida como “El Método” y el denominado “Sistema Stanislavski”. Por todo lo anterior, esta obra conformada por los textos originales de Stanislavski junto al perspicaz ensayo de Magarshack se ha convertido en un clásico imprescindible para teatros y autores experimentales, no sólo de América Latina sino de toda la escena teatral mundial.
Introducción general a la crítica de mí mismo
Ricardo Pigliavidas para leerlas
Horacio Tarcus, con su pasión por reconstruir las redes afectivas e intelectuales del mundo de las izquierdas, recibe a Ricardo Piglia en su archivo y juntos salen a recorrer la ebullición de los años sesenta y setenta en la Argentina. El resultado es este libro inolvidable.
"Yo milito en La Plata, estoy escribiendo mi primer volumen de cuentos, La invasión, y estoy terminando la carrera. Mi militancia era una militancia, digamos, con muchos problemas, desde el punto de vista de lo que eran los registros generales de la militancia. Entonces hacemos una reunión de célula en mi pieza de la pensión, donde estaban Luis, una piba que estudiaba Historia conmigo y un trotskista peruano que estaba estudiando en La Plata y que se dormía en las reuniones; éramos cuatro en la célula, y discutíamos los problemas de los frentes de trabajo. Y Luis, que era como hermano mío, pide la palabra y propone a la célula que eleve a la dirección que yo debo ser separado de mi puesto de secretario de la revista. ¡Una traición total! Decía que yo no era buen militante, que no daba buen ejemplo. El tipo no me dice nada antes: es como esas historias en que al tipo lo mandan al Gulag, y el que lo manda es su hermano del alma, en nombre de la Historia y del Proletariado Mundial. Seguramente, quería ser él el secretario de redacción Me acuerdo que dije: Bueno, que se vote. Entonces, ellos votaron juntos, yo me abstuve y creo que el peruano votó en contra. Y ellos elevaron mi separación a la dirección (que no les dio bola, imaginate). Al tipo yo le hice la cruz, nunca más lo saludé; no digo que el tipo no dijera lo que pensaba, incluso tenía todo el derecho del mundo, pero me hubiera dicho: Mirá, viejo...".
Esta conversación no es la versión oral de Los diarios de Emilio Renzi, sino la memoria detallada y chismosa de los sesenta y setenta.
Del prólogo de María Moreno
Cómo escribir un microrrelato
Ana María Shuasingular
Hay mil definiciones más o menos poéticas de microrrelato. Se lo ha comparado con un rayo, con un estallido, con un relámpago. Se ha señalado su carácter sugerente y elíptico, también su lirismo, sus finales sorprendentes. Se ha convenido, finalmente, en que es muy difícil de definir.
En este libro, Ana María Shua escritora experimentada y referente en lengua española en el género de la microficción opta por una definición práctica: Microrrelato es un texto narrativo que tiene alrededor de trescientas palabras. Y esa aparente sencillez esconde un mundo. Es un territorio de fronteras porosas, eso sí: el microrrelato presenta una trama, pero no es un cuento; en él cada palabra tiene el peso de una roca, pero no es un poema; puede tener ingenio y humor, pero cuidado con abusar del chiste; puede ser reflexivo, pero evita la moraleja de las fábulas. En síntesis: es un arte, pero un arte que se puede aprender.
Pensado para quienes buscan sumergirse en la práctica de la escritura del microrrelato, este manual que no subestima al lector, pero tampoco lo desanima incluye ejercicios, ejemplos y lecturas sugeridas; lugares para encontrar ideas que disparen la escritura (los sueños, los mitos, las leyendas, los cuentos populares); formatos posibles (el diccionario, las instrucciones, un tuit); consejos y advertencias: Para ser dignamente microrrelatista, intente el cuento largo, intente la poesía, intente la novela. Usted tiene que poder volver al microrrelato porque siente que es el género en el que mejor puede expresarse, y no porque es lo único que le sale.
Nada de esto quiere encorsetar la expresión personal sino, por el contrario, liberarla para encontrar una voz propia, lo que convierte a estas páginas en un manual de escritura en toda su ley, más allá del género. Como dice la autora, lo importante es que la materia de sus microrrelatos sea la de sus propias experiencias y fantasías, la de su imaginación. [] Usted estará allí con todo lo que es, lo que piensa, lo que siente. Por supuesto, además, sea breve.
El chiste de leer
Luis María PescettiÁrea infantil y juvenil
Un libro para los que están empezando a leer, con un millón de capítulos, gallinas sueltas y páginas sin numerar. ¿Es una locura? ¡Sí! El chiste de leer es un buen plan para chicos que están aprendiendo y prefieren hacerlo con una sonrisa. Solos, de a dos o de a muchos. Con chistes, poemas, diálogos y acertijos para leer en voz alta, actuar, adivinar...e inundarse de alegría. Luis Pescetti propone juegos con los sonidos y los sentidos de las palabras y, sobre todo, invita a disfrutar del vínculo fundamental que une a quien desea aprender con quien se dispone a enseñar.
Poesía feminista del mundo hispánico
Ángel Floresla creación literaria
La poesía que encontrarás en estas páginas no es por fuerza obra de alguien que se declara feminista: lo que sí hay aquí son versos que, por el tema que abordan o por la posición desde la que fueron escritos, ponen el acento en los derechos de las mujeres, en los problemas que éstas han enfrentado a lo largo de la historia o en la sujeción de la que han sido objeto.
En mayor o menor grado, un elemento común a todos los poemas seleccionados es el valor -siempre literario, civil con frecuencia- de quienes hicieron escuchar su voz.
La antología abre con canciones y coplas anónimas, quizá los más tempranos ejemplos de este tipo de lírica en lengua española, y recorre el camino hasta finales del siglo XX, cuando alcanzó una vitalidad deslumbrante. El registro de esta compilación, en forma y en fondo, es muy amplio, desde la protesta de una guerrera excluida del campo de batalla hasta las festivas minucias de la vida cotidiana, desde la desolación novohispana hasta la satisfacción de la militancia política. Se desprende de estos poemas el anhelo de una civilización transformada, de "otro modo de ser", como pedía Rosario Castellanos.
A lo largo del tiempo, los problemas de la mujer han cambiado radicalmente. "Tal vez en un futuro próximo-dicen los compiladores, Ángel y Kate Flores, quienes para cada poeta incluida aquí prepararon una breve semblanza y algunas recomendaciones de lectura-suceda lo mismo con los problemas de hoy, que se volverán obsoletos después de luchas similares. Las poetas feministas, críticas sensibles de la sociedad, habrán contribuido con mucho a que caigan en el desuso." Leer estos testimonios de una lucha no terminada es celebrar desde la literatura la resistencia y la sensibilidad.
Vida de María Sabina
Álvaro Estradavidas para leerlas
María Sabina fue mucho más que una curandera indígena: "soy sabia desde el vientre mismo de mi madre, que soy mujer de los vientos, del agua, de los caminos, porque soy conocida en el cielo, porque soy mujer doctora". Nacida a fines del siglo XIX en la región oaxaqueña que hoy conocemos como Cañada, tuvo la dura infancia de los campesinos pobres: hambre crónica, faenas agrícolas, matrimonio adolescente. Descubrió por sí misma el poder curativo de ciertos hongos, los "niños santos", que, mediante visiones luminosas, le transmitieron el conocimiento milenario que ella habría de emplear para curar a cientos de personas sufrientes. Casada dos veces y dos veces viuda, tuvo muchos hijos pero casi todos fallecieron pronto. A mitad del siglo XX, su fama se disparó fuera de su entorno inmediato debido a su encuentro con Robert Gordon Wasson, exitoso banquero que habría de convertirse en el pionero de la etnomicología; a partir de ahí, Huautla se volvió lugar de peregrinación de hippies, científicos, escritores, gente en pos de un estado alterado de conciencia, y durante su vejez María Sabina padeció el activo rechazo de sus vecinos por haber compartido sus saberes.
Álvaro Estrada ofrece en estas páginas una especie de autobiografía oral de "la sabia de los hongos". Tras unas largas conversaciones en mazateco y luego de atestiguar los rituales de los que ella se valía. El autor logra presentar al mundo occidental una cosmovisión fascinante en la que la sencillez y la crudeza de una vida llena de dificultades se enhebran con relatos de gran misticismo. Vida de María Sabina es el irrepetible testimonio de una forma de entender la salud, las relaciones entre la naturaleza y el carácter humano, entre lo terrenal y trascendente; gracias a las transcripciones y la traducción de Estrada, los lectores de hoy pueden acercarse a las palabras sanadoras -e incluso poéticas- de la célebre chamana del sur de México.
Según Octavio Paz, este libro -traducido al inglés, el francés, el italiano y el portugués, entre otras lenguas- es un "documento extraordinario cuyo interés es doble: antropológico y humano". Sin duda, la empatía que se estableció entre Estrada y María Sabina resultó clave para ello: para el descubridor del LSD, Albert Hoffmann, "sólo gracias a la relación personal y cultural del autor con la gran chamana pudo hacerse un retrato tan vivo y veraz de esta mujer extraordinaria".
Odi et amo: las cartas a Helena
Octavio pazla creación literaria
Pocos escritores de lengua española tuvieron una disciplina epistolar tan intensa y extensa como Octavio Paz: miles de cartas a otros escritores, a sus amigos, a sus editores y, desde luego, a las mujeres que amó. Además de su lealtad al buzón, Paz hizo de la lectura de epistolarios parte de su sistema de curiosidad crítica. Para él, las cartas eran una forma superior del diálogo, una adecuada sede para la discordia y la concordia, un diario compartido y una bitácora íntima de la propia vida.
Y le parecía además que en ocasiones las cartas se gradúan al rango de verdaderas obras literarias.
Es el caso de las que recoge este libro, las cartas que Paz
envió entre 1935 y 1945 a quien llamaba “Helena”, la escritora Elena Garro, su primera esposa. Las cartas alumbran los primeros años de una intensa pasión que navegó del fervor del enamoramiento inicial hacia los escollos del tiempo y al final naufragio del desamor. Además de ser “un esquema de nuestro espíritu, la confesión apasionada, pero clara, de nuestro corazón” —como le escribe a Helena—, estas cartas son también una guía de la formación intelectual del joven poeta y un febril registro de la vida social y política del México de esos años turbulentos.
Diario de Burdeos
Antonieta Rivas Mercadoartes
Este libro, como bien lo menciona su título, es el diario personal de Antonieta Rivas Mercado, que escribiera entre los años 1930 y 1931, cuando hizo su último exilio en París. Por él nos enteramos de que a este viaje se llevó a su único hijo, Donald Antonio Blair Rivas Mercado, después de “raptarlo” debido a que años atrás había perdido su custodia después de una disputa legal con su exesposo.
En este mismo periodo narrado en el Diario de Burdeos, Antonieta toca su punto más amargo y tras un año de residencia en París decide suicidarse. El libro está construido en cuatro partes: la primera es una breve introducción donde se habla sobre la personalidad de Antonieta y la familia Rivas Mercado; la segunda está dedicada a pequeños escritos y consideraciones acerca de Antonieta, de la mano directa de dos familiares suyos: su nuera, Kathryn S. Blair, y su nieta, Vivian Blair; la tercera es una transcripción literal del diario de Burdeos, con algunas anotaciones y datos biográficos; y la cuarta, la versión facsimilar del diario, donde se muestra tal como Antonieta lo dejó.
Cronos
François Hartoghistoria
Cronos es la encarnación del tiempo. Quizá por omnipresente y escurridizo, por misterioso e inasible, desde siempre hemos querido dominarlo. O al menos comprenderlo, ir más allá de la célebre paradoja planteada por san Agustín: si nadie me pregunta qué es el tiempo, lo sé, pero en cuanto alguien me lo pregunta ya no lo sé. El historiador francés François Hartog lleva buena parte de su vida académica averiguando cómo se ha concebido el tiempo en el mundo occidental y cómo esas ideas afectan lo que entendemos por historia, y en esta obra culmina su admirable esfuerzo.
Así como el barón de Buffon imaginó que la naturaleza tuvo “épocas”, hoy podemos imaginar divisiones semejantes en el tiempo humano. Si la Grecia antigua distinguió entre el tiempo que fluye, ese que se asemeja a un río sobre el que navegamos, y el tiempo de las oportunidades, ese instante decisivo en que acontecen las cosas, hoy somos víctimas del presentismo, que nos hace celebrar el progreso y avanzar rápidamente hacia el futuro. Entre una concepción y otra, dominó el tiempo cristiano, con su parcial rechazo del pasado –entendido como anunciación– y su culto por el porvenir luminoso que nos aguarda. Esta transformación radical es expresión no sólo de unas creencias sino de una confianza en la capacidad de actuar, de transformar el universo, al punto de que somos ya una fuerza geológica, con todo y nuestra época: el Antropoceno, síntoma y consecuencia de una crisis de honda raíz.
¿Qué nos dicen hoy las viejas formas de lidiar con Cronos? ¿Qué nuevas estrategias debemos formular para afrontar un futuro amenazante e incierto? Este lúcido ensayo sobre las ideas del tiempo en Occidente es mucho más que una erudita exploración del cristianismo primitivo, de los debates medievales sobre el discurrir del tiempo, de la mecánica concepción de segundos y eones: es un llamado a entender, desde la historia, la carga que nuestras ideas sobre el tiempo le imponen a la realidad.
Amares
Eduardo Galeanobiblioteca eduardo galeano
El mundo es eso. Un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todos los demás.
Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
Ellos son dos por error que la noche corrige.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada… Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
Escribo intentando que seamos más fuertes que el miedo al error o al castigo, a la hora de elegir en el eterno combate entre los indignos y los indignados.
Frases como estas –que integran esta antología de los mejores textos de Eduardo Galeano, que él mismo seleccionó– se subrayan, se regalan en señal de complicidad, se comparten, sostienen una mirada crítica sobre el mundo pero también la posibilidad de una utopía. Los lectores de Galeano las llevan en la memoria.
Las páginas de Amares revelan los temas que lo preocuparon e inspiraron: los avatares agridulces del amor, la amistad entrañable y los momentos de maravilla que regala la vida cotidiana, pero también las injusticias, la reivindicación de los olvidados de la historia y la condena a los peores rostros del mundo contemporáneo. Galeano habla en este libro del amor en sus múltiples formas: una pareja que perdura o se pierde, los hijos, el país que cobija
o que expulsa, los compañeros de ruta, la escritura, los dioses que conceden y niegan, los que viven en los márgenes.
“Hemos sido hechos de luz, además de carbono y oxígeno y mierda y muerte y otras cosas, y al fin y al cabo estamos aquí desde que la belleza del universo necesitó que alguien la viera”, escribe Galeano. Las historias de Amares –tiernas, reveladoras, personales y universales a la vez– hacen justicia a la belleza que Galeano se empeñaba en encontrar en el mundo.