Teresa Beatriz Arijon
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Trucos del oficio
Howard Beckersociología y política
Trucos del oficio bien podría ser el título de un libro de magia, sobre todo si pensamos que los pases de magia, como la investigación en ciencias sociales, en realidad están guiados por estrategias precisas, acciones específicas y lecciones aprendidas. Este libro -escrito por uno de los sociólogos clave en la escena contemporánea- es entonces un formidable catálogo de enseñanzas destinadas a solucionar dificultades que son propias del oficio. Un manual heterodoxo de herramientas concretas, escrito con un destilado de inteligencia, sentido del humor y un tono accesible.
Todo cientista social alguna vez se preguntó si existe algún truco que lo ayude a elegir qué observar. O cómo encontrar casos que lo obliguen a cuestionarse lo que cree saber. O cómo reunir en forma de nociones generales lo aprendido de los ejemplos. O cómo emplear métodos lógicos que le permitan manipular mejor sus ideas.
Este libro reúne una colección de trucos metodológicos compilados por el autor tras años de explicarles a los estudiantes en forma simple y directa cuestiones que los científicos sociales consideran teóricas, o de plantearles ejercicios que les permitieran inventar nuevos modos de pensar lo que aprendían en sus investigaciones. Algunos de esos trucos son simples reglas empíricas, otros, el resultado de un imaginativo análisis científico social, pero en todos los casos "sugieren maneras de interferir con las cómodas rutinas de pensamiento que la vida académica promueve. Los trucos proponen modos de dar vuelta las cosas, de verlas bajo otra luz para crear nuevos problemas de investigación, nuevas posibilidades de comparar casos e inventar novedosas categorías".
Quien lea Trucos del oficio rápidamente comprenderá que está llamado a ser una herramienta ineludible para estudiantes e investigadores.
¿Quién es el padre?
Nara Milanichhacer historia
Una camioneta con la leyenda "¿Quién es tu padre?" recorre hoy las calles de Nueva York ofreciendo el test de ADN a transeúntes con dudas sobre su identidad o la de sus hijos. Durante milenios, esa pregunta fue un enigma de resolución imposible y los misterios de la identidad del padre biológico aportaban la materia prima del melodrama. Sin embargo, algo empezó a cambiar en la década de 1920, con los primeros métodos para evaluar la filiación. Con el descubrimiento de la huella genética en los años ochenta, fue posible conocer al padre con un 99,9% de certeza. Pero ¿hasta qué punto la paternidad puede reducirse a una relación biológica en la que la ciencia tiene la última palabra?
A partir de casos resonantes en los estrados judiciales y en la prensa a lo largo del siglo XX, en los que se buscaba dirimir parentescos, exponer relaciones adúlteras, localizar padres perdidos, revelar la condición birracial de un bebé o configurar leyes de herencia o de inmigración, Nara Milanich reconstruye la historia de la paternidad moderna, en una escala transatlántica fascinante que la lleva de los Estados Unidos a Italia, de Alemania a Brasil y la Argentina. Así, va mostrando cómo, en función de necesidades familiares, patrimoniales o estatales, aparecen nuevos métodos para determinar la paternidad –análisis de grupos sanguíneos, examen minucioso de los bucles de las huellas dactilares, de los pliegues de la oreja o la conformación de los dientes, de la textura del cabello o el color de la piel–, y cómo al mismo tiempo persisten tradiciones y creencias más antiguas, que entran en disputa y contradicción con el saber de los expertos. ¿Quién es el padre, finalmente? ¿El que dictamina la ciencia? ¿O el hombre casado con la madre? ¿O quien asume la responsabilidad por la crianza y el cuidado? ¿Y quién tiene el poder de decidirlo: los individuos, las comunidades, el Estado o las empresas con fines de lucro?
En diálogo con nuevas perspectivas sobre la familia y el género, este libro revela la existencia de múltiples paternidades (biológica, afectiva, social, legal) en conflicto entre sí, y arroja luz para pensar los dilemas de las tecnologías de reproducción asistida y de prácticas como la adopción transnacional. Pero sobre todo apuesta a arrebatarle la exclusividad a la biología para restituirle historia y complejidad a la pregunta por el padre: ya no importa sólo quién es, sino quién queremos que sea y qué es, en el fondo, la paternidad.
Esclavitud y libertad en los Estados Unidos
Edmund S. Morganhistoria y cultura
En este libro fundamental y polémico, el historiador norteamericano Edmund Morgan se propone dilucidar una de las cuestiones centrales de la cultura política de los Estados Unidos: la relación entre la esclavitud, la libertad y el racismo. Pone así en evidencia los límites de la libertad en un país que nació a la vida independiente negándole ese derecho a gran parte de su población.
El autor encuentra la génesis del problema en el pasado colonial de Virginia, la más antigua y rica colonia inglesa en América, donde el cultivo del tabaco en grandes plantaciones sometió a trabajadores serviles blancos y esclavos africanos al mismo régimen opresivo. La primera reacción colectiva contra este régimen provino de los blancos pobres quienes encabezaron en 1676 una violenta rebelión.
Posteriormente, la ampliación del número de esclavos permitió reemplazar a los trabajadores serviles blancos en las plantaciones. Entonces, el racismo –basado en la arrogancia y la autoimpuesta superioridad racial de los ingleses– emergió como la ideología política unificadora de las elites y los blancos pobres para garantizar la paz social. A la esclavitud africana se opuso desde comienzos del siglo XVIII la libertad de los blancos, miembros exclusivos y solidarios de una república racialmente homogénea. Para Morgan esta solución política inaugurada por la elite de Virginia madurará en el siglo XIX en el racismo popular que subsistirá en los Estados Unidos hasta mediados del siglo XX.
Gustavo L. Paz
Antonio Gramsci
Andrew Pearmainvidas para leerlas
Una frase recorre este convulsionado siglo XXI y se la debemos a Antonio Gramsci: lo viejo está muriendo y lo nuevo no ha nacido todavía, y en ese intervalo aparecen los monstruos. Encarcelado por orden de Mussolini desde 1926, Gramsci veía que la crisis de autoridad había desembocado en un punto muerto, con los sectores populares y medios tomados por la apatía y el cinismo ante una dictadura estridente y feroz. La democracia liberal se mostraba incapaz de interpelar a nadie, mientras el fascismo entusiasmaba a las masas y el modelo soviético se volvía crecientemente autoritario. ¿Por qué había fracasado la izquierda italiana que parecía tener conquistado el futuro? ¿Cómo se había llegado hasta ahí? Había que pensar todo de nuevo.
A partir de una lectura rigurosa de nuevas cartas publicadas y de los cuadernos de la cárcel, Andrew Pearmain se propone resituar a Gramsci —el militante, el fundador del Partido Comunista de Italia, el teórico que renovó el marxismo— en el contexto político e histórico en el que acuñó sus conceptos más vitales y fecundos, que llegan hasta hoy. Y lo hace sin esconder al hombre, sin idealizarlo, mostrando las aristas más complejas de un temperamento sometido a presiones extremas. Vemos el apego de Gramsci a sus raíces sardas, al folclore y las fábulas campesinas que compartirá con su hijo Delio. Lo vemos conmovido y desorientado cuando conoce a Julia Schucht —una camarada rusa, el amor que durará hasta el final de su vida— y a sus dos hermanas, con las que va construyendo un vínculo siempre ambiguo y acechado por el malentendido. Lo vemos luchando con sus jaquecas y sus crisis nerviosas, y escribiendo sin pausa reseñas de obras de teatro y de exposiciones, análisis políticos, informes para el partido. Lo vemos atentísimo a la vanguardia y también a la literatura por entregas que consumen los trabajadores, a sus gustos y sus opiniones. Lo vemos constatar, una y otra vez, que no hay llamado a la insurrección desde arriba, en abstracto, que pueda sostenerse si antes no se promovió la educación de las masas, la discusión en las fábricas, la articulación de los sindicatos con la acción política.
Podría decirse que esta es la biografía de un derrotado, de un político y un intelectual aislado por la reacción fascista y marginado por su propio partido. Pero es ante todo una reflexión sobre la lucidez en condiciones de adversidad, y un relato atrapante que nos invita a pensar, a partir de la vida de Gramsci, las causas del fracaso de las fuerzas progresistas y las estrategias para volver a empezar sobre nuevas bases.
Manual de escritura para científicos sociales
Howard Beckersociología y política
Muchos fantasmas agobian a quienes deben escribir textos académicos o no académicos: entre los más recurrentes, el ideal de la escritura perfecta o la convicción de que un texto bien concebido se escribe "de un tirón" y es reflejo fiel de la claridad de ideas y del talento natural... En esta versión actualizada y ampliada del Manual de escritura para científicos sociales, Howard Becker, cuyas obras de metodología son un clásico desde hace décadas, apela a su experiencia como sociólogo, como docente en seminarios de escritura y como editor, a fin de desmontar una a una esas fantasías que no hacen sino entorpecer y dilatar la producción de textos.
Su mensaje es claro: para aprender a escribir, nada mejor que respirar hondo... y empezar a hacer borradores o listas de ideas; luego, revisar, seleccionar, organizar, redactar, corregir y repetir el procedimiento hasta dar con una formulación aceptable. Con ingenio y sentido del humor, Becker describe aspectos específicos de esa práctica: el palabrerío que sugiere profundidades conceptuales inexistentes, las metáforas incomprensibles, la preferencia por construcciones "elegantes" pero poco precisas. Todos estos mecanismos, sostiene, no son apenas veleidades personales, sino parte de la estructura social, sumamente competitiva, en la que se inserta la escritura académica. En esta nueva edición, Becker pone el foco también en los diferentes circuitos de producción y circulación, desde los artículos en revistas especializadas, que imponen formatos rígidamente estandarizados a los textos, hasta la posibilidad de publicar en editoriales para públicos más amplios o recurrir a la autogestión.
Manual y ensayo sociológico a la vez, este libro propone modificar los hábitos de trabajo y empezar a escribir sin preocuparse por el estatus, la aprobación de los pares o la bibliografía. Sensible y minucioso lector de textos propios y ajenos, muy atento a los cambios que la tecnología ha introducido en la labor intelectual, Becker muestra, a través de casos ilustrativos, la trastienda del angustiante mito de la página en blanco, y ofrece recursos retóricos y prácticos para conjurar esos temores.
El maestro sin recetas
Paulo Freirebiblioteca clásica de siglo veintiuno
¿Se pueden trasladar al aula las técnicas pedagógicas aprendidas en los libros? ¿Qué pasa cuando la teoría que un maestro estudió choca con la realidad de sus alumnos? ¿Cómo evitar el enojo y la frustración de un docente que probó todas las recetas y siente que fracasó? En este libro, Paulo Freire parte de estas preguntas para repensar la función de los métodos de alfabetización y, más general, del conocimiento especializado, que suele ocupar el lugar ideal del “deber ser” en vez de ser una herramienta más en el proceso educativo. A través del diálogo con colegas y estudiantes, Freire explica el alcance de los métodos para enseñar lectoescritura, que son imprescindibles pero insuficientes. Porque lo que está en juego no es sólo que los niños aprendan a leer, sino que desarrollen su capacidad de conocimiento y de creación de significado. Considerar la técnica como algo primordial es perder el objetivo de la educación: la lectura de las palabras es un paso necesario para abrirse a la lectura del mundo, y a la escritura y la creación personal. El entrenamiento técnico-científico de los educadores sólo es importante cuando permite pensar y decidir sin fórmulas preconcebidas sobre cuestiones decisivas: cómo acompañar el pasaje de la oralidad a la escritura, cómo hacer para que la palabra escrita no se burocratice y conserve la vitalidad de la lengua hablada, cómo partir de lo que traen los alumnos para desarrollar múltiples alfabetizaciones y discursos. Partiendo de su propia experiencia, reflexiona también sobre la alfabetización en ciencias y el modo de alentar la curiosidad epistemológica, la experimentación y el vínculo productivo con el error.
El maestro sin recetas es, una vez más, un aporte fundamental de Freire en pos de una educación que vaya más allá de la instrucción básica, que ofrezca cada vez más contenidos y herramientas para ser verdaderos ciudadanos en un mundo difícil.