Diversidad y arte latinoamericano

Andrea Giunta
arte y pensamiento
$360
¿Qué es normal en la vida y en el arte? ¿Qué es normal en la sexualidad, en la academia, en el museo? El arte, con su potencia de ruptura y extrañamiento, ha sido siempre un espacio privilegiado para poner en tensión las reglas sociales de la normalidad. Para revelar en imágenes la complejidad de un mundo vasto y diverso. Y, sin embargo, ¿es capaz de cuestionar sus propias normas, sus vías de consagración, sus instituciones, sus públicos? Diversidad y arte latinoamericano se detiene justamente allí, para recorrer la obra de artistas que, de distintas maneras, rompieron el techo de cristal, quebraron las limitaciones que dificultaban su visibilidad, transgredieron el canon. El arte de América Latina fruto de la multiplicidad que tramaron las experiencias de la colonialidad, la independencia, la América indígena, la América negra, las vanguardias es también expresión de afectos, culturas y creencias minorizadas. Con minuciosa atención a la especificidad de las imágenes, pero sin perder de vista su capacidad de producir efectos políticos, Andrea Giunta recorre el escenario del arte latinoamericano entre los años sesenta y el presente. Entre Argentina, Chile, Brasil, México, Colombia, Uruguay, Paraguay y Perú, las experiencias que aborda (algunas individuales, otras colectivas) se piensan como emergentes de esas fuerzas contenidas. Desde su singularidad, las trayectorias analizadas transforman poéticas establecidas a la vez que logran interpelar sus contextos y proponer agendas: discuten el lugar de la mujer en la sociedad, las fronteras que imponen la raza o la edad, interrogan las miradas capacitistas, traen a escena formas de la sexualidad que escapan a lo normativo. Como en Feminismo y arte latinoamericano, la autora cuenta la historia de una revolución en curso, una en la que imaginar y representar el mundo desde subjetividades y formas de conocimiento disidentes supone disputar espacios y combatir mecanismos de exclusión largamente afianzados. Pero también multiplicar públicos y expandir lo sensible.

Feminismo y arte latinoamericano

Andrea Giunta
cultura y creación intelectual
El precio original era: $460.El precio actual es: $322.
¿Puede el mundo del arte, con sus razones estéticas universales, declararse al margen de las reglas del régimen patriarcal? ¿Está este campo libre de techos de cristal, mansplaining y estereotipos de género? Nada de eso parece corroborarse cuando se atiende a los números del sistema oficial: las mujeres tienen menos premios, menor presencia en las exhibiciones y ocupan, salvo excepciones, lugares subordinados en las historias del arte. Frente a este escenario, un intenso movimiento de transformación está en marcha. De la mano del activismo feminista y de género, a partir de los años setenta del siglo pasado el arte ofreció herramientas para un imaginario liberador y puso al cuerpo femenino como lugar de expresión privilegiado de una subjetividad en disidencia. Feminismo y arte latinoamericano presenta un panorama teórico y cuantitativo de la escena femenina en las artes visuales y se detiene en la intervención de artistas que contribuyeron a construir una imaginación emancipadora en América Latina. La obra de la colombiana Clemencia Lucena, de la argentina María Luisa Bemberg, la filmografía de Narcisa Hirsch, la formación del feminismo artístico en México y la producción de Nelbia Romero y de Paz Errázuriz en los contextos dictatoriales de Uruguay y Chile son los hitos de esta historia. Andrea Giunta recorre en estas páginas la emergencia de nuevos temas –la maternidad, el acoso, la prostitución, los cuerpos divergentes– y nuevas formas de representación, que interpelan no sólo las diferencias entre un arte feminista y un arte femenino, sino también las relaciones de poder inscritas en los modos de ver y mostrar. Este libro cuenta la historia de una revolución en curso y en ella se propone como una intervención activa desde el conocimiento. Si todavía hoy el universo del arte replica, bajo las formas de la exclusión y la invisibilización, las distintas violencias contra las mujeres, restituir el sentido político del feminismo artístico no significa reponer un conjunto de nombres en un sistema de poder, sino contribuir a la apertura de una comprensión distinta del mundo.