nació en 1948. Se doctoró en Administración, y en Letras Ciencias y Humanidades. Es Director de Estudios en la Ecole des Hautes Études en Sciences Sociales, y profesor del Collège de France. Dirige el Centro de Investigaciones Políticas Raymond Aron (CNRS). Fue Secretario de la Fundación Saint Simon. Fue Consejero de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo y entre 1973 y 1976 dirigió la revista CFDT Aujourd’hui. Militó en el partido Socialista y escribe en el periódico Liberation. Es autor de numerosos libros sobre la historia intelectual y política francesa desde el siglo XVIII, y sobre la sociedad y el estado contemporáneos, la crisis del estado de bienestar y las nuevas formas de representación. Entre ellos, La crisis del estado-providencia (1981), El estado en Francia desde 1789 a nuestros días (1990), La nueva cuestión social (1995) El momento Guizot (1985), y el tríptico dedicado a la historia de la democracia francesa: La consagración del ciudadano (1992) El pueblo inhallable (1998), y La democracia inacabada (2000).

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El modelo político francés

Pierre Rosanvallon
historia y cultura
$305
La Revolución Francesa instala en el imaginario político occidental una de las concepciones más formidables y extendidas de la democracia moderna. Dos ideas complementarias la organizan. Por un lado, la construcción de una colectividad política sobre la base de una “voluntad general” única e indivisible. Por otro, su contrapartida: el ciudadano moderno, cuya naturaleza individual sólo puede ser concebida en comunión con esa totalidad que se proclama homogénea. La Revolución Francesa convirtió esta convicción en norma, al prohibir la existencia de cualquier tipo de cuerpo intermedio entre los ciudadanos y la Asamblea, lugar de la encarnación de la voluntad general. En su estudio del modelo político francés, Pierre Rosanvallon asocia esta imagen de la democracia, fuertemente enraizada en Rousseau, con el “modelo jacobino”. Así, recorre más de dos siglos de historia francesa, y sigue los cambios sociales y normativos más amplios y profundos a la luz de la pregunta que obsesionó a sus actores: cómo hacer compatible esa mirada tan radical de la democracia con una sociedad en la que no sólo quedan rastros de antiguas formas corporativas de organización de lo social, sino que permanentemente crea otras formas corporativas nuevas. Este es el nudo de un texto que, sobre la base del análisis del caso francés, se embarca en una profunda reflexión sobre algunos de los problemas centrales de la democracia moderna en Occidente. El modelo político francés es un libro clave en la vasta obra de Rosanvallon, ya que condensa una larga serie de investigaciones tratadas extensa pero fragmentariamente en sus libros anteriores. Justamente por eso, ofrece una visión sintética y de conjunto de un problema crucial de la democracia moderna: la relación entre la política y la sociedad, a partir de las visiones y convicciones que inaugura la Revolución Francesa. Luciano de Privitellio