Nació el 9 de agosto de 1896 en la ciudad de Neuchâtel (Suiza). Con una mirada multidisciplinar y centrado en un sistemático método de observación y clasificación de datos, entrevista clínica y revisión de las estructuras lógico-matemáticas del pensamiento, su trabajo en el área de la psicología infantil, la psicogénesis de la inteligencia y la epistemología genética revolucionó y enriqueció profundamente el conocimiento sobre el origen de las formas y operaciones de la razón. Tuvo una fructífera vida académica y desempeñó importantes funciones en la Unesco. Recibió un temprano reconocimiento y fue distinguido con numerosos premios científicos. La originalidad de sus investigaciones y la calidad de su producción intelectual han significado una contribución fundamental en el análisis del pensamiento práctico y conceptual en el siglo XX, y lo sitúan a la vanguardia de los actuales estudios en el campo de la psicología del desarrollo cognitivo. Es autor, entre otras obras, de La psicología de la inteligencia, Biología y conocimiento, Psicogénesis e historia de la ciencia, Psicología y pedagogía (las cuatro en nuestro fondo editorial) y El nacimiento de la inteligencia en el niño. Murió en Ginebra en 1980.

Psicogénesis e historia de la ciencia

Jean Piaget
teoría
$300
El trabajo histórico que realizaron los autores para la presente obra tuvo como guía la concepción del desarrollo cognoscitivo elaborado por la epistemología genética. El análisis histórico que exponen está limitado a las grandes líneas del desarrollo de las matemáticas y de la mecánica, los dos campos donde el material psicogenético es más abundante y más claro. La opinión más generalizada, tanto entre los hombres de ciencia como entre los historiadores de la ciencia, es que no existe ninguna relación entre la formación de las nociones y operaciones en los estadios más elementales, y su evolución en los niveles superiores. A esta opinión suele agregarse una creencia frecuente, aunque menos general: que la significación epistemológica de un instrumento de conocimiento es independiente de su modo de construcción, en tanto este último está vinculado a la historia y, eventualmente, a la psicogénesis, mientras que aquél depende del funcionamiento de este instrumento en su sistema sincrónico y actual de interacciones cognoscitivas, irreductibles, según esta hipótesis, a las consideraciones diacrónicas y, por ende, a sus etapas anteriores. El objetivo de la obra no es comparar contenidos cognoscitivos entre las explicaciones de ciertos fenómenos que tratan de dar niños y adolescentes, por una parte, y las concepciones o teorías que se sostuvieron en algunos periodos de la historia, por la otra. Si bien tales comparaciones son posibles -en el texto se hace referencia a ellas- y en no pocas ocasiones presentan coincidencias altamente sorprendentes, el que un niño de 8 años describa de la misma manera que lo hacía Aristóteles la trayectoria de un proyectil, o que tenga un concepto de "fuerza" muy próximo al que tenían Buridan u Oresme en el Siglo XIV, no significa que Aristóteles, Buridan y Oresme tuvieron la misma "edad operativa" que un niño de 8 años. Una vez que se verifican dichas coincidencias, comienza el análisis epistemológico para establecer por qué razón un genio determinado (por ejemplo, Aristóteles) no pudo superar ciertas barreras en su intento de explicar fenómenos naturales. De Jean Piaget hemos publicado Biología y conocimiento, Adaptación vital y psicología de la inteligencia, Investigaciones sobre la contradicción y La equilibración de las estructuras cognoscitivas.

La equilibración de las estructuras cognitivas

Jean Piaget
psicología y psicoanálisis
$505
Este nuevo volumen de los “Etudes” trata de explicar el desarrollo y la formación de los conocimientos recurriendo a un proceso central de equilibración. Piaget parte de una idea básica: los conocimientos no proceden ni de la sola experiencia de los objetos, ni de una programación innata preformada en el sujeto, sino de construcciones sucesivas con constantes elaboraciones de nuevas estructuras. Por diferentes que sean los fines perseguidos por la acción y el pensamiento (modificar los objetos inanimados, los vivos y a sí mismo, o simplemente comprenderlos), el sujeto trata de evitar la incoherencia y tiende siempre a ciertas formas de equilibrio, pero sin alcanzarlas jamás, excepto en ocasiones, a título de etapas provisionales: incluso en lo que se refiere a las estructuras logicomatemáticas, cuyo cierre garantiza la estabilidad local, esta realización se abre constantemente a nuevos problemas debidos a las operaciones virtuales que sigue siendo posible construir sobre las anteriores. La ciencia más elaborada sigue estando de este modo en un devenir continuo y en todos los campos el desequilibrio desempeña un papel funcional de primera importancia en la medida en que hace necesarias las reequilibraciones. El concepto central que parece imponerse en la explicación del desarrollo cognitivo (ya se trate de historia de las ciencias o de psicogénesis) es, por tanto, el de una mejora de las formas de equilibrio, o, dicho de otro modo, de una «equilibración maximizadora». El esfuerzo de Piaget ha consistido en buscar sus mecanismos, ya que el problema es explicar sus dos dimensiones inseparables: la compensación de las perturbaciones responsables del desequilibrio que motiva la investigación y la construcción de las novedades que caracterizan a la maximización. De Jean Piaget (n. 1896) Siglo XXI ha publicado Biología y conocimiento, Adaptación vital y psicología de la inteligencia e Investigaciones sobre la contradicción.

Biología y conocimiento

Jean Piaget
psicología y psicoanálisis
$395
La inteligencia humana y los diversos tipos de conocimiento, incluido el conocimiento científico, son tanto adaptaciones biológicas en un sentido amplio, como psicofisiológicas. Una de las formas más sorprendentes de esta adaptación vital es precisamente la adecuación de las matemáticas a todos los detalles de la realidad física. Aunque la epistemología matemática no siempre se ha preocupado por este aspecto del problema, en cambio varios grandes biólogos han intentado recientemente resolver esta cuestión, que de hecho corresponde a la preocupación central de las teorías clásicas del conocimiento. El autor de esta obra, psicólogo y epistemólogo, pero de formación biológica, se ha propuesto confrontar los datos de la biología contemporánea en los diversos campos de la evolución, la herencia, las regulaciones y el desarrollo embriológico, con los datos psicogenéticos y con las grandes corrientes epistemológicas actuales. Tras caracterizar las tendencias del conocimiento biológico, delimita las correspondencias entre las estructuras del conocimiento en general y las de la vida; más adelante, analiza los niveles de comportamiento, tomando muy en cuenta los trabajos de la nueva psicología animal y comparándolos con los de psicología del niño. Por detalladas confrontaciones de la inteligencia y el instinto, el autor llega a una nueva solución de este problema clásico. La obra acaba con un intento general de interpretación biológica del conocimiento capaz de coordinar las exigencias, tan diferentes aparentemente, de la epistemología lógico-matemática y de las teorías actuales de la evolución. Más aún que síntesis de los trabajos de toda una vida, este libro es, sobre todo, una apertura a nuevos problemas y una llamada a la colaboración entre las diversas disciplinas.