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La educación en la ciudad

Paulo Freire
educación
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[…] todos hemos vivido la enorme satisfacción de ir construyendo, en un esfuerzo común, una nueva propuesta pedagógica en la Secretaría Municipal de Educación. No importa que, por nuestro compromiso, de vez en cuando hayamos experimentado agonías y sufrimientos. A las personas les gustan y tienen el derecho de que les gusten cosas diferentes. Me gusta escribir y leer. Escribir y leer forman parte de mi lucha como momentos importantes. Puse este gusto al servicio de cierto diseño de sociedad, para cuya realización vengo participando, con un sinnúmero de compañeros y compañeras, en la medida de mis posibilidades. Lo fundamental en este gusto de que hablo es saber en favor de qué y de quién se ejerce. Mi gusto de leer y de escribir se dirige a una cierta utopía que envuelve una cierta causa, a una cierta clase de nuestra gente. Es un gusto que tiene que ver con la creación de una sociedad menos perversa, menos discriminatoria, menos racista, menos machista que ésta. Una sociedad más abierta, que sirva a los intereses de las siempre desprotegidas y minimizadas clases populares y no sólo a los intereses de los ricos, de los afortunados, de los llamados "bien nacidos". Soy leal al sueño. Mi acción ha sido coherente con él. Exigente con la ética, considero que ella tiene que ver con la coherencia con que se vive en el mundo, coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Por eso, no temo la crítica al trabajo que se realizó en la secretaría en estos dos años y medio, en que aquí estuve como secretario. Considero que la crítica, cuando se hace de manera ética y competente, logra que nuestras acciones se profundicen o se reorienten. Aprendemos con ellas.