El moderno sistema mundial II

Immanuel Wallerstein
historia
$490
La aparición en inglés del primer volumen de El moderno sistema mundial supuso en 1974 el comienzo de una verdadera revolución en la historiografía y un fuerte impulso al renacimiento de la sociología histórica. Más allá de las discrepancias y las polémicas a las que ha dado y está dando origen, esta obra es ya un clásico. Su argumento central es que el moderno sistema mundial toma la forma de una economía-mundo capitalista, que tuvo su génesis en Europa en el largo siglo XV, e implicó la transformación de un modo de producción tributario o redistributivo específico, el de la Europa feudal, en un sistema social cualitativamente diferente, Desde entonces, la economía-mundo capitalista se ha extendido geográficamente hasta abarcar todo el globo; ha seguido un modelo cíclico de expansión y contracción y una localización geográfica variable de los papeles económicos (el flujo y el reflujo de las hegemonías, los movimientos ascendentes y descendentes de los distintos centros, periferias y semiperiferias), y ha sufrido un proceso de transformación secular, incluyendo el avance tecnológico, la industrialización, la proletarización y el surgimiento de una resistencia política estructurada al propio sistema, transformación que está aún en marcha. Desde tal perspectiva, el siglo XVII, entendido como el periodo que va desde 1600 a 1750, aproximadamente, es ante todo un ejemplo del modelo cíclico de expansión y contracción. En lo que respecta a la geografía general del sistema mundial, las fronteras creadas hacia 1500 no variaron de forma significativa hasta después de 1750. En cuanto a los procesos seculares de cambio, no se observa ningún salto cualitativo en el periodo 1600-1750: hubo una continuidad esencial entre el largo siglo XV, y el XVII, con la única gran diferencia de una expansión y una contracción, de un desarrollo y un menor desarrollo.

El moderno sistema mundial IV

Immanuel Wallerstein
historia
$540
La aparición en inglés del primer volumen de El moderno sistema mundial supuso en 1974 el comienzo de una verdadera revolución en la historiografía y un fuerte impulso al renacimiento de la sociología histórica. Más allá de las discrepancias y las polémicas a las que ha dado y está dando origen, esta obra es ya un clásico. Su argumento central es que el moderno sistema mundial toma la forma de una economía-mundo capitalista, que tuvo su génesis en Europa en el largo siglo XV, e implicó la transformación de un modo de producción tributario o redistributivo específico, el de la Europa feudal, en un sistema social cualitativamente diferente, Desde entonces, la economía-mundo capitalista se ha extendido geográficamente hasta abarcar todo el globo; ha seguido un modelo cíclico de expansión y contracción y una localización geográfica variable de los papeles económicos (el flujo y el reflujo de las hegemonías, los movimientos ascendentes y descendentes de los distintos centros, periferias y semiperiferias), y ha sufrido un proceso de transformación secular, incluyendo el avance tecnológico, la industrialización, la proletarización y el surgimiento de una resistencia política estructurada al propio sistema, transformación que está aún en marcha. En este volumen IV el acontecimiento clave se ubica en las consecuencias culturales de la Revolución francesa para el moderno sistema-mundo como un todo. Ésta había legitimado el concepto de la normalidad del cambio político y de la idea de que la soberanía no yacía en el soberano sino en el pueblo. Las consecuencias de este par de creencias eran múltiples. La primera fue la creación, como reacción a estos conceptos recién difundidos, de las tres ideologías modernas: conservadurismo, liberalismo y radicalismo. El argumento de este volumen en su conjunto es que el liberalismo centrista logró "domesticar" a las otras dos ideologías y emergió triunfante en el curso del ciclo. Esto adoptó luego la forma de privilegiar la creación de estados liberales, antes que nada en los dos estados más fuertes de la época, Gran Bretaña y Francia. Además tomó también la forma de estimular la creación y de limitar el impacto de los principales tipos de movimientos antisistémicos.

Análisis de sistemas-mundo

Immanuel Wallerstein
historia
$375
Los medios y los científicos sociales repiten constantemente que hay dos cosas que dominan el mundo desde finales del siglo XX: la globalización y el terrorismo. Ambos se nos presentan como fenómenos sustancialmente nuevos: el primero rebosante de esperanzas y, el segundo, de peligros temibles. Para la globalización, se dice, no hay ninguna alternativa, y todos los gobiernos deben someterse a sus exigencias. Para el terrorismo igualmente, no hay ninguna alternativa, y si queremos sobrevivir debemos aplastarlo sin piedad en todas sus manifestaciones. Aunque esta caracterización no falta a la verdad, pero es muy parcial. Hemos observado estos fenómenos como definidos en un tiempo y escena limitados, no hemos sido capaces de comprender su significado, sus orígenes, su trayectoria, ni cuál es su lugar en el orden mayor de las cosas. Parte del problema es que se han estudiado estos fenómenos en compartimientos estancos: política, economía, estructura social, cultura. Otra parte del problema es que se tiende a dejar fuera los tres puntos importantes de inflexión del sistema-mundo moderno: 1] el largo siglo XVI, en el que el sistema-mundo moderno nace como economía-mundo capitalista; 2] la Revolución francesa de 1789, que dio lugar ala dominación de una geocultura marcada por un liberalismo centrista, y 3] la revolución mundial de 1968 que presagió la larga fase terminal del sistema-mundo moderno en que nos encontramos. Siglo XXI Editores presenta este libro no como una suma sino como una introducción a un modo de pensar y como una invitación a un amplio debate abierto.

El moderno sistema mundial I

Immanuel Wallerstein
historia
$490
Frente a la historiografía tradicional, que se mueve en el ámbito de sociedades nacionales o, cuando más, de áreas continentales o subcontinentales, El moderno sistema mundial constituye un muy ambicioso intento de reconstruir la historia de la actual sociedad capitalista partiendo, desde sus mismos orígenes, de una perspectiva global. Para el autor, la única unidad válida de análisis en semejante investigación son los sistemas mundiales, debiéndose abandonar todo intento de conceptualizar el desarrollo de la sociedad actual a partir de sistemas menores. Igualmente, la cuestión de carácter capitalista o no de una sociedad sólo tiene sentido cuando se plantea al nivel de un sistema mundial. En este primer volumen de su obra, que cubre el periodo 1450-1640, Wallerstein traza la aparición en Europa de lo que denomina una "economía-mundo" capitalista, basada en una única división (internacional) del trabajo; y es esta economía-mundo lo que constituye el moderno sistema mundial, cuya evolución hasta convertirse en el único sistema mundial se pretende estudiar en los sucesivos volúmenes de esta obra. La fuerza del trabajo de Wallerstein se deriva de su voluntaria ruptura con los tradicionales límites interdisciplinarios y de su análisis integrado de los distintos sectores ("centro", "periferia" y "semiperiferia") de la economía-mundo (por ejemplo, la Europa occidental y la América hispana), en sus relaciones mutuas y también con los sectores exteriores ("la arena exterior": por ejemplo, el océano Índico).

El moderno sistema mundial III

Immanuel Wallerstein
historia
$560
La aparición en inglés del primer volumen de El moderno sistema mundial supuso en 1974 el comienzo de una verdadera revolución en la historiografía y un fuerte impulso al renacimiento de la sociología histórica. Más allá de las discrepancias y las polémicas a las que ha dado y está dando origen, esta obra es ya un clásico. Su argumento central es que el moderno sistema mundial toma la forma de una economía-mundo capitalista, que tuvo su génesis en Europa en el largo siglo XVI e implicó la transformación de un modo de producción tributario o redistributivo específico, el de la Europa feudal, en un sistema social cualitativamente diferente. Desde entonces, la economía-mundo capitalista se ha extendido geográficamente hasta abarcar todo el globo; ha seguido un modelo cíclico de expansión y contracción y una localización geográfica variable de los papeles económicos (el flujo y el reflujo de las hegemonías, los movimientos ascendentes y descendentes de los distintos centros, periferias y semiperiferias), y ha sufrido un proceso de transformación secular, incluyendo el avance tecnológico, la industrialización, la proletarización y el surgimiento de una resistencia política estructurada al propio sistema, transformación que está aún en marcha. Este tercer volumen de El moderno sistema mundial abarca lo que Wallerstein llama "segunda era de la gran expansión de la economía-mundo capitalista", de 1730 a 1850. En él se estudian la llamada revolución industrial inglesa, la revolución de independencia estadunidense, la revolución francesa y la independencia de los países sujetos hasta entonces a la corona española, en función siempre del desarrollo de la moderna economía burguesa. Estos acontecimientos representan un fortalecimiento y una consolidación del sistema capitalista mundial, en el que se suprimen las fuerzas populares y su potencial queda constreñido a las futuras transformaciones políticas: habrá que esperar al siglo XIX para presenciar cómo esas fuerzas populares constituyen toda una nueva estrategia de lucha.