María Luisa Puga
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Pánico o peligro
María Luisa Pugaescuchar con los ojos
La confusión entre el miedo que despierta el pánico y el que despierta el peligro nos hace a menudo víctimas. Víctimas del miedo y no del peligro o de lo que produce el pánico.
Poder hablar del miedo, poder desentrañarlo y reconocerlo hasta la aceptación es lo que quiere hacer este texto a través de su personaje principal. Hacer un poco a un lado el lenguaje acostumbrado a sí mismo, el que dice la realidad con tal fuerza de hábito que poco importa que ésta quede fuera, intocada. Instalarse en el centro mismo de la perplejidad para preguntarse, más con azoro que con recelo, qué es lo que realmente designan las palabras.
Pánico o peligro es la historia de cuatro amigas que nacen, crecen y viven a lo largo de la Avenida Insurgentes, ascendiendo por ella e impregnándose de las mismas vicisitudes que el progreso ha impreso en la faz de esta ciudad.
Las posibilidades del odio
María Luisa Pugala creación literaria
"Nairobi es una ciudad que se va erigiendo según las necesidades de otros. Resultado de un proyecto ajeno y de un involuntarismo incontrolable, le va creciendo a sus habitantes en torno y éstos se adaptan, se resignan, se transforman, se aprovechan. Era extraño pensar de golpe en México y encontrar equivalencias. Entender de cerca, de una manera nueva, más directa, qué es la dependencia y la colonización. Ver de frente al europeo. Verlo con otros ojos. O verlo en otras actitudes en todo caso. Reconocer las calles oscuras, pobladas sólo por los que no tienen miedo porque tampoco tienen ninguna otra cosa. Ver surgir el Hilton triunfante por entre los edificios; las calles llenas de coches sorteando gente empequeñecida. Reconocer el odio que de golpe habla también de sitios familiares, de Acapulcos propios y sometimientos que parecieron ser la historia. Sentir el odio ahí, a un paso, irreprimible e inútil, pero encendido y recordar entonces: Las nieves del Kilimanjaro. Y sentir, ineludible, la bofetada. Revivir luego la historia propia. Recordar gestos, lenguaje, actitudes, temores. Sentirse flotar y perder y caer después en una realidad violenta que no hay más remedio que aceptar como propia, desvestida ya de sus sedas suaves y sus tonadas dulces. Reconocerse entonces."
Cuando el aire es azul
María Luisa Pugaescuchar con los ojos
La historia de una comunidad humana es la historia de su pasado, su organización, sus luchas, sus sueños, sus miedos y sus contradicciones. Es la historia de su identidad. El consenso social impregna el aire de un azul cuya textura es la conciencia que sus habitantes tienen, no de una ideología hecha realidad, sino de una voluntad que los hace a todos y emana de todos. Sin embargo, nada es estático. Todo debe evolucionar y renacer permanentemente. El aire azul se puede volver opaco. Los individuos pueden caerse fuera de su realidad. Hay que reinventar, imaginar de nuevo, volver a la lucha como parte de un proceso que sólo puede calificarse de vida. En un pueblo en donde el aire es azul se hace necesario vivir con el pasado y el futuro metidos en el presente. Llevarse consigo al enfrentamiento con la realidad sabiendo que el cambio es riesgo, pero el estancamiento es muerte.
La forma del silencio
María Luisa Pugaescuchar con los ojos
La infancia es un tiempo de impresiones que se incrustan en la conciencia sin ningún matiz. Será mucho tiempo después cuando se logre desentrañarlas. Las palabras adquieren entonces el valor que dictaron aquellas circunstancias. No otro.
Es cuando se descubre el silencio. Todo lo que se quedó sin decir o lo que no se quiso decir de la historia propia, de la historia de un país, de la historia de cualquier persona.
Formas de silencio que nos cercan separándonos. Que delimitan el contorno de la retórica cotidiana, que establecen la geografía de un Acapulco, una ciudad de México demasiado estentóreos para ser posibles.