Luis Gadea de Nicolás
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La vida afectiva
Luis Gadea de Nicolássalud y sociedad
Este libro propone que aprendamos a amar y que sea eso, precisamente, lo que enseñemos a nuestros hijos. Demanda que todos transitemos el camino que va del amor narcisista —amor que sólo considera la satisfacción propia— al amor verdadero —comprometido con el bienestar y la felicidad del otro— para seguir creciendo hasta alcanzar el estado de amor universal que abarque a toda la humanidad, a la naturaleza plena. Una actitud profunda de reverencia hacia la vida.
Sostiene que la construcción de la autoestima es la meta de la educación y que ningún niño podrá sentirse amado si no experimenta genuino amor ni podrá sentirse respetado si no vive con genuino respeto. También explica cómo educar niños que sepan obedecer y reconozcan y acepten límites sensatos, pero también niños que sepan desobedecer órdenes injustas y aprendan a lidiar con el abuso y el autoritarismo. Niños y niñas inteligentes que sepan decir sí y no. Sobre todo, se ocupa del desarrollo del sentido de obligación moral: de la educación de niños buenos, justos y nobles por convicción, no por temor.
El libro también trata de la educación sexual y sostiene que educar una sexualidad sana es educar para el amor.
Es mi libro favorito, mi libro de consulta, mi "biblia azul".
Una madre de familia
En mi escuela amamos el cuento "libemor" y todos los años se lo leemos a los padres de familia al principio del año escolar.
Una directora de escuela
Salud y bienestar para nuestros hijos
Luis Gadea de Nicolássalud y sociedad
“De seguir así́ las cosas, los niños del siglo XXI podrían ser la primera generación de hijos que no sobreviva a sus padres”, advierte el profesor Andrew Prentice.
La salud es consecuencia de una vida sana. Si queremos que nuestros hijos estén sanos, se sientan bien, tengan energía para crecer y aprender y no les proporcionamos los elementos necesarios para la salud -los elementos que sustentan la vida-, entonces lo que estamos esperando es un milagro.
Un niño o una sociedad que no gocen de buena salud no pueden aspirar a nada. La salud es lo primero y principal. Procurar que los niños y la población entera gocen de buena salud es el propósito centra e indiscutible en cualquier lista de prioridades. Es vital enfocarnos en la prevención de déficit en el desarrollo, enfermedades, discapacidad y lesiones que comprometan la integridad física y moral, es indoloro, es inteligente, es económico, es patriótico.
Le doy gracias por adelantado en nombre de las madres y padres de familia que recibirán la información.
Dr. Joaquín Cravioto
La escuela y la educación de nuestros hijos
Luis Gadea de Nicolássalud y sociedad
Elegir la escuela a la que irán nuestros hijos es una de las grandes decisiones que los padres de familia tenemos que tomar. Estoy de acuerdo con Rébsamen cuando afirma que la primera y principal pregunta que debería hacerse toda sociedad culta es: ¿Cómo hemos de educar a nuestros hijos?, pues a todos conviene pensar con cuidado lo que queremos para nuestros hijos y para la futura sociedad.
Educar es un delicado proceso de construcción de identidades. Ser constructivista en educación significa comprender que lo que se construye son personas integras que dediquen su esfuerzo y su trabajo a la construcción de la felicidad y el bienestar personal y a la construcción de un mundo más justo y más feliz.
Afirma tajante Immanuel Kant: “Sólo por la educación el hombre puede llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él”.
La educación es la falla histórica del país. Una sola generación de mexicanos bien educados cambiará para siempre el destino de nuestra nación.
Ojalá todos los maestros lo leyeran. Este libro cambió para siempre mi perspectiva de la educación.
Una Maestra.
Con los libros de Gadea aprendí mas que en la carrera y además me reí.
Una Educadora.
La inteligencia humana y su desarrollo
Luis Gadea de Nicolássalud y sociedad
Es correcto decir que el niño desarrolla su inteligencia gracias a la estimulación y a los amorosos cuidados que recibe de sus padres. También, afirmar que el conocimiento se origina en la interacción del niño con el mundo social, natural y cultural que le tocó vivir.
Sin embargo, afirmaciones tan generales son de poca utilidad a la hora de traducirlas a la acción. Doy un ejemplo: “Se ha recomendado —explica la OCDE— que los maestros y padres de familia provean un ambiente colorido, interesante y sensorialmente significativo para asegurar que un niño sea brillante”. Esta vaguedad es claramente insuficiente. Debemos profundizar y comprender cómo se relacionan el niño, su propia experiencia vital, y la educación que le brindamos, en el proceso de construcción del conocimiento.
Será productivo el esfuerzo que hagamos por analizar estas cuestiones.
Hay dos buenas razones: un interés práctico —contribuir al desarrollo de la poderosa inteligencia de nuestros hijos— y, el mero placer que produce la comprensión de nuestro prodigioso intelecto.
Luis Gadea es uno de los mejores escritores actuales en lengua española. Lo que "no me gusta" de su libro es que no lo escribí yo.
Dr. Jorge Vaca Uribe