Jorge Enrique Adoum
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Ciudad sin ángel
Jorge Enrique Adoumla creación literaria
Exilio latinoamericano en París. Años posteriores al 68. Bruno Salerno, pintor ecuatoriano, vive allí con una joven sudamericana exiliada, Ana Carla, estudiante de historia del arte, maestra ocasional de español, que escribe una tesis sobre la obra de Bruno, y al que le sirve de modelo. Karen, francesa, compañera de Ana Carla en la universidad, convive con ellos en un ambiente en el que se mezclan estudiantes y artistas latinoamericanos en París, en un aura de politicismo pesimista, nostalgias, arte y amor. La peripecia trágica ocurre cuando Ana Carla decide volver a su país y, en una refriega callejera, es herida y probablemente muerta por la policía. Su nombre se une a los de tantos desaparecidos. Toda la segunda parte de la novela gira en torno a la desazón de Bruno y Karen ante esta ausencia-carencia que va poco a poco resolviéndose con la aparición de una Ana Carla fantasmática y, al mismo tiempo, real. La vuelta de Bruno a su país, el reencuentro con el dolor y la pobreza de América Latina contrapuestos a la riqueza europea, y la obsesiva presencia-ausencia de Ana Carla, desemboca en un exilio solitario no deseado pero definitivo y consciente. Jorge Enrique Adoum (1926), destacado poeta ecuatoriano, alcanzó con su primera novela, Entre Marx y una mujer desnuda¡ (Siglo XII editores, Premio Xavier Villaurrutia, 1976) un prestigio que lo situó rápidamente entre los más notables narradores de América Latina. Ciudad sin ángel cristaliza ese prestigio afinando su excelente prosa narrativa, con ritmo que fluye con dominio y pericia, y una inteligencia que irrumpe en cada página y que vive en sus personajes con una lucidez seductora. Es una novela de nostalgia y angustia, en la que se entreveran la política, el arte y la literatura.
Entre Marx y una mujer desnuda
Jorge Enrique Adoumescuchar con los ojos
Nadie que lea Entre Marx y una mujer desnuda (el desgarramiento del hombre contemporáneo entre su sociedad y su individualismo) es capaz de permanecer indiferente. Apasionante y exasperante por la violencia de su lenguaje, por el cuestionamiento de nuestros valores culturales y por su desafío a las formas literarias tradicionales, este libro que se critica y se niega a sí mismo sorprende a cada página. Desmonta el argumento en múltiples relatos y reflexiones que a su vez contienen otros (con algo del suspenso de una novela policial pues nada indica cómo ni dónde van a continuar o concluir), sugiere diferentes posibilidades de solución y provoca al lector a participar en su escritura. Obra totalizadora y a la vez abierta, verdadero laboratorio de literatura, este texto con personajes, imposible de resumir, podría ser el balance o el testamento de una generación. Por la diversidad de sus personajes vistos desde dentro y desde fuera de su propia cultura, por la multiplicidad de técnicas, por la invención de lenguajes y estilos diversos, por el ordenado desorden de sus capítulos, el lector se ve atrapado en el libro y al salir habrá dejado en él una parte de sí mismo. Escrito con ternura, con humor y con rabia, pero sobre todo con una lucidez y una honestidad que irritan o asustan, esta obra del ecuatoriano Jorge Enrique Adoum -uno de los poetas representativos de América Latina- debe ser leída y "comprobada" desde todos sus niveles y todos sus ángulos, puesto que lo que el autor propone es "una novela más cerca de la escultura que de la pintura".