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Precariedad y desaliento laboral de los jóvenes en México

Dídimo Castillo
sociología y política
$205
Con la adopción del modelo neoliberal, hace más de treinta años, se puso fin al largo periodo definido como “modelo de industrialización sustitutiva”, que aunque imperfecto, estuvo basado en la idea de un Estado de bienestar, caracterizado por la promoción de empleos estables con protección social; y se abrió paso a una nueva forma de organización de la producción y gestión del trabajo subordinado, caracterizado por la flexibilización, la desregulación y la precariedad laboral, con consecuencias directas sobre las condiciones de vida de los trabajadores. En ese entorno económico y sociolaboral estructuralmente adverso, el desempleo, el desaliento y el desencanto laboral afectaron de manera notoria a los jóvenes profesionistas o no, dada su vulnerabilidad y limitaciones de acceso a las ocupaciones deseadas en condiciones de estabilidad y seguridad laboral acordes con sus perfiles de formación y expectativas. ¿Qué se planteó como salida a esta crisis laboral? La respuesta institucional ante dichas adversidades del mercado laboral, enmascaró y desplazó el problema de su fuente generadora al ámbito de la educación y a las capacidades de competencia de los trabajadores jóvenes, propiciando un “círculo vicioso” en el que se plantearon las limitaciones de acceso y el rezago social como resultado del retraso cultural que no fomentaba un cambio social integrador —quizá a consecuencia de las debilidades del Estado nacional y su incapacidad para solventarlas— y se enfatizó a la educación como el prerrequisito para abolir las desigualdades laborales y sociales. En ese entorno, cobró importancia la afirmación medianamente cierta de que “una sociedad sin la suficiente educación no tendría futuro”. No obstante, como se demuestra en este libro: Precariedad y desaliento laboral de los jóvenes en México, en el contexto del mismo modelo laboral destacó el hecho de que el desempleo, la precariedad y el desaliento laboral tienden a afectar sobre todo a los trabajadores jóvenes con mayor capital humano o educación formal, egresados de las escuelas y universidades, supuestamente más calificados, capacitados y competentes para su desempeño profesional.