Hay mil definiciones más o menos poéticas de microrrelato. Se lo ha comparado con un rayo, con un estallido, con un relámpago. Se ha señalado su carácter sugerente y elíptico, también su lirismo, sus finales sorprendentes. Se ha convenido, finalmente, en que es muy difícil de definir.
En este libro, Ana María Shua escritora experimentada y referente en lengua española en el género de la microficción opta por una definición práctica: Microrrelato es un texto narrativo que tiene alrededor de trescientas palabras. Y esa aparente sencillez esconde un mundo. Es un territorio de fronteras porosas, eso sí: el microrrelato presenta una trama, pero no es un cuento; en él cada palabra tiene el peso de una roca, pero no es un poema; puede tener ingenio y humor, pero cuidado con abusar del chiste; puede ser reflexivo, pero evita la moraleja de las fábulas. En síntesis: es un arte, pero un arte que se puede aprender.
Pensado para quienes buscan sumergirse en la práctica de la escritura del microrrelato, este manual que no subestima al lector, pero tampoco lo desanima incluye ejercicios, ejemplos y lecturas sugeridas; lugares para encontrar ideas que disparen la escritura (los sueños, los mitos, las leyendas, los cuentos populares); formatos posibles (el diccionario, las instrucciones, un tuit); consejos y advertencias: Para ser dignamente microrrelatista, intente el cuento largo, intente la poesía, intente la novela. Usted tiene que poder volver al microrrelato porque siente que es el género en el que mejor puede expresarse, y no porque es lo único que le sale.
Nada de esto quiere encorsetar la expresión personal sino, por el contrario, liberarla para encontrar una voz propia, lo que convierte a estas páginas en un manual de escritura en toda su ley, más allá del género. Como dice la autora, lo importante es que la materia de sus microrrelatos sea la de sus propias experiencias y fantasías, la de su imaginación. [] Usted estará allí con todo lo que es, lo que piensa, lo que siente. Por supuesto, además, sea breve.