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Memoria y espanto o el recuerdo de infancia
Néstor A. Braunsteinpsicología y psicoanálisis
Alguna vez Julio Cortázar, con la seguridad de quien promulga una ley, dijo: “La memoria empieza en el terror.” Siguiendo esa pista, Braunstein encuentra la huella del “primer recuerdo” en Rayuela, en la teoría entera del psicoanálisis de Freud, en ciertos sonetos y en el conjunto de la obra de Borges, en la “epistemología genética” de Piaget, en el proyecto de “vivir para contarla” de García Márquez, en el primer encuentro con el espejo de notables escritoras, en la lengua de Canetti, consagrada al martirio y finalmente absuelta, en la disimulación del horror de la historia que expresan los recuerdos de Perec, en el ordenado catálogo de las reminiscencias de Nabókov y Michel Leiris, en el sospechoso género de la autobiografía. Parece ser una constante: la memoria del espanto y el espanto de la memoria. ¿Es por el trauma oscuro pero fundamental de haber nacido, de haberse separado del cuerpo de la madre? En este libro se viaja como en un safari dedicado a la caza de los primeros recuerdos. También los del lector.
Memoria y espanto o el recuerdo de infancia es la primera parte de una trilogía dedicada a la memoria en donde se articulan los discursos de la filosofía, la historia, la literatura, el psicoanálisis y las neurociencias contemporáneas. Los otros dos volúmenes: La memoria, la inventora y Memoria del uno y memoria del otro aguardan ya su publicación.
Seminario de psicoanálisis de niños 1
Françoise Doltopsicología y psicoanálisis
Los psicoterapeutas acuden a Françoise Dolto.
Le consultan los casos problemáticos, sus dudas, sus temores. Ella establece analogías con casos parecidos, con el fin de esclarecer los bloqueos de los terapeutas y darles indicaciones sobre los pasos a seguir.
El mundo infantil requiere, como se desprende de la lectura de este texto, de técnicas específicas.
En el niño todo es lenguaje. Para comunicarse con él, no es suficiente con hablarle o escucharlo, también hay que hacerle representar, mediante dibujos o figuras en plastilina, lo que él quiere describir o poner en palabras.
Françoise Dolto aclara estas cuestiones y guía a los jóvenes psicoanalistas en un trabajo particularmente delicado: ¿cómo inducir a los niños a expresarse? ¿Qué puede querer decir su comportamiento, que varía según la persona a quien se dirigen? ¿Cómo respetar la relación del niño con sus padres al mismo tiempo que se prosigue con el tratamiento, que a menudo para los padres es también una prueba?
La interpretación surge de una manera deslumbrante.
Es así en el caso de un niño que se cae sin cesar para sustraerse a un espacio social en el que no tiene cabida, o en el caso de otro que no habla, pero se traga el papel en donde su nombre haya sido escrito, con objeto de dar a entender su desesperación por ser un cuerpo anónimo.
Este seminario de psicoanálisis de niños nos hace comprender que desde muy pequeños, los niños tienen ya un largo pasado: el suyo, y además el de sus padres.
Françoise Dolto también ha publicado en esta editorial: El caso Dominique, 1973; Psicoanálisis y pediatría, 1974; En el juego del deseo, 1983; los Seminarios de psicoanálisis de niños 2 y 3,1987 y 1991, y la Autobiografía de una psicoanalista, 1991.
Psiquiatría, teoría del sujeto, psicoanálisis
Néstor A. Braunsteinpsicología y psicoanálisis
Las conferencias pronunciadas se desvanecen en la memoria de quienes las escuchan y hasta en la de quien las pronuncia. Sin embargo, son esas palabras dotadas de existencia espectral las que al cruzarse entre un decir y un escuchar generan un espacio donde el hablante y el auditor, intercambiando sus posiciones, se reconstituyen, se hacen otros. En ese caso, escribirlas cumple una función: enterrar, arraigar un discurso para que de él brote la arborización de una nueva palabra, de otro diálogo. Este libro, dirigido a un público universitario no necesariamente especializado, es efecto de una recomposición de conferencias completada con elaboraciones que la obra necesitaba para vertebrarse. Su título indica la meta que organiza el itinerario recorrido: Lacan. No es el nombre de una persona; es el término más sencillo para referirse a un pensamiento que no tiene dueño y que, al ligarse con el de Freud, revitaliza al psicoanálisis salvándolo de la decadencia a la que lo condena la repetición empobrecida y desvirtuada. La ruta así andada parte del cuestionamiento del discurso psiquiátrico con su pretensión, hoy manifiesta, de una estandarización terminológica que equivalga a un lenguaje internacionalmente aceptado y "bien hecho". El fundamento de la empresa es la omisión de las problemáticas científicas e ideológicas que en ese campo se intersectan. Pasa por la discusión de esa evidencia que constituye el mayor obstáculo de las disciplinas que, con más o menos propiedad, se proclaman ciencias sociales: el sujeto. Mostrando que ese sujeto está siempre constituido y despojándolo de todo carácter constituyente tanto en el psicoanálisis como en el materialismo histórico y en la lingüística. Y termina por recoger algunos antecedentes y por discutir las implicancias que el pensamiento de Lacan tiene sobre la práctica y la técnica del psicoanálisis. Esta última parte vuelve sobre las precedentes, las organiza y les confiere su sentido. De Néstor Braunstein, en colaboración con otros autores, Siglo XXI ha publicado Psicología: ideología y ciencia.
El mono inmaduro
Juan Delvalpsicología y psicoanálisis
El desarrollo de los seres humanos es un fenómeno fascinante que todos podemos observar, pero que se aprecia mejor si tenemos algunos elementos para entenderlo. Se trata de un proceso que tiene una gran importancia pues es el que nos permite construir una naturaleza social sobre nuestra naturaleza animal.
El desarrollo humano presenta bastantes semejanzas, pero también importantes diferencias, con el de otros animales por lo que es muy ilustrativo relacionarlo con él. Una de nuestras características destacadas es que nacemos inmaduros, como sin terminar, lo que nos hace más dependientes pero al mismo tiempo nos permite llegar más lejos. Somos más inmaduros que otros primates y de adultos continuamos manifestando conductas que en otras especies son infantiles, como seguir jugando o mantener la curiosidad por aprender cosas nuevas. Por eso podemos decir que somos un primate inmaduro.
Biología y conocimiento
Jean Piagetpsicología y psicoanálisis
La inteligencia humana y los diversos tipos de conocimiento, incluido el conocimiento científico, son tanto adaptaciones biológicas en un sentido amplio, como psicofisiológicas. Una de las formas más sorprendentes de esta adaptación vital es precisamente la adecuación de las matemáticas a todos los detalles de la realidad física. Aunque la epistemología matemática no siempre se ha preocupado por este aspecto del problema, en cambio varios grandes biólogos han intentado recientemente resolver esta cuestión, que de hecho corresponde a la preocupación central de las teorías clásicas del conocimiento. El autor de esta obra, psicólogo y epistemólogo, pero de formación biológica, se ha propuesto confrontar los datos de la biología contemporánea en los diversos campos de la evolución, la herencia, las regulaciones y el desarrollo embriológico, con los datos psicogenéticos y con las grandes corrientes epistemológicas actuales. Tras caracterizar las tendencias del conocimiento biológico, delimita las correspondencias entre las estructuras del conocimiento en general y las de la vida; más adelante, analiza los niveles de comportamiento, tomando muy en cuenta los trabajos de la nueva psicología animal y comparándolos con los de psicología del niño. Por detalladas confrontaciones de la inteligencia y el instinto, el autor llega a una nueva solución de este problema clásico. La obra acaba con un intento general de interpretación biológica del conocimiento capaz de coordinar las exigencias, tan diferentes aparentemente, de la epistemología lógico-matemática y de las teorías actuales de la evolución. Más aún que síntesis de los trabajos de toda una vida, este libro es, sobre todo, una apertura a nuevos problemas y una llamada a la colaboración entre las diversas disciplinas.
El inconsciente, la técnica y el discurso capitalista
Néstor A. Braunsteinpsicología y psicoanálisis
El mundo se nos presenta como un vasto complejo de servomecanismos, una “red” o telaraña que todo lo cubre. En ese conjunto, los seres que hablan tienden a perder sus diferencias a medida que se integran a él o se desintegran en él. El hombriguero resultante es un efecto de la técnica y está al servicio de un nuevo discurso, sustituto del discurso capitalista que, a su vez, sustituyó al discurso del amo tradicional.
En el discurso del amo el complemento era el esclavo: las sociedades regidas por ese discurso eran sociedades de soberanía. El discurso del capitalista produjo al proletario consumidor y, políticamente, las sociedades disciplinarias (Foucault). Actualmente asistimos al avance del discurso de los mercados con su correlato, las sociedades de control (Deleuze), que pretenden regular no sólo los actos y las palabras, sino también el deseo y los sueños.
Siguiendo una línea de investigación iniciada hace 35 años (Psicología: ideología y ciencia), el autor demuestra que sólo el discurso del psicoanalista (Lacan), capaz de conducir a la revelación del inconsciente, puede considerarse una opción frente a la desubjetivación impuesta por el nuevo "discurso de los mercados".
El autoanálisis de Freud y el descubrimiento del psicoanálisis 1
Didier Anzieupsicología y psicoanálisis
A pesar de la nutrida bibliografía que ya existe en torno a los documentos autoanalíticos, especialmente los sueños, de Freud –aparte de las interpretaciones comunicadas por él mismo–, el material disponible permite ir más allá. Ahora bien, ¿cómo asegurarse de la validez de los resultados obtenidos? El presente trabajo es fruto de un concepto original: el análisis de los textos por un grupo de psicoanalistas con diferentes niveles de experiencia, mediante asociaciones libres colectivas, método que estimula la invención y al mismo tiempo garantiza el control del grupo sobre la fantasía individual, conciliando lo mejor posible la creatividad y la objetividad. El procedimiento permitió rebasar planos ya bien explorados y asir muchas otras dimensiones: a veces la anticipación de toda la teoría del aparato psíquico, a veces la irrupción de una angustia –la de castración– que Freud terminó por identificar, el despliegue de imágenes del cuerpo, las referencias reiteradas a las obras de la cultura, consideradas como garantías simbólicas de las verdades entrevistas. No hay ni que decir que hacer posible lo anterior implica un arduo trabajo previo de compilación, traducción, elucidación cronológica, evaluación de innumerables datos dispersos. De esta suerte, la obra de la que éste es el primer volumen representa un instrumento de trabajo indispensable para todos los interesados en los primeros años de Freud, en el sueño y en el descubrimiento del psicoanálisis.
De Didier Anzieu, en colaboración con sus discípulos, Siglo XXI ha publicado también El trabajo psicoanalítico en los grupos.
Autobiografía de una psicoanalista (1934-1988)
Françoise Doltopsicología y psicoanálisis
Unas semanas antes de su muerte, Françoise Dolto evoca con un entusiasmo poco común los acontecimientos más sobresalientes de su historia personal, y lo principal es que se trata de un diálogo con un psicoanalista, de un intercambio entre psicoanalistas. Encontramos, por supuesto, a los padres de Françoise, a aquellos a quienes amó o rechazó en el curso de su vida; sus grandes encuentros (Laforgue, Alain Cuny, Rostand, Lacan, y sobre todo Boris Dolto). La veremos tratar cuestiones técnicas de su oficio, proponer una interpretación original de la psicosis y exponer algunos casos clínicos extremos. La escucharemos también relatar sus intereses extra psicoanalíticos, especialmente la pintura y la revelación que fue para ella la liturgia ortodoxa.
En el encuentro de sus asociaciones lo que se dibuja es la singularidad del sujeto Françoise Dolto.
De la autora, Siglo XXI ha publicado El caso de Dominique, Psicoanálisis y pediatría, En el juego del deseo, y Seminario de psicoanálisis y de niños, en tres volúmenes.
La memoria del uno y la memoria del otro
Néstor A. Braunsteinpsicología y psicoanálisis
Culmina aquí una búsqueda que insumió diez años (2002-2012). Después de publicar Por el camino de Freud y Ficcionario del psicoanálisis (México, Siglo XXI, 2001), Néstor A. Braunstein se dedicó a la investigación psicoanalítica de la memoria combinando las perspectivas históricas, filosóficas, literarias y neurocientíficas sobre el tema. El primer resultado fueron los dos volúmenes publicados por esta editorial en 2008: Memoria y espanto o el recuerdo de infancia, traducido y publicado también en francés e inglés, y La memoria, la inventora, traducido al inglés y en vías de terminar también su versión francesa. Aquellos escritos en torno a los recuerdos de infancia y a las ficciones de la memoria llegan a su final (puede que provisorio) con este tercer volumen de la proyectada trilogía. Se abren aquí caminos y se pone de relieve una articulación poco transitada entre visiones que guardan estrechos aunque misteriosos lazos: la memoria, conservación de los rastros de los episodios vividos por el individuo, está ligada a la recordación de las comunidades (memoria colectiva) y a la ciencia de investigación del pasado (la historia). En este libro se debaten esas relaciones, se interroga el lugar de la discutible noción de traumatismo en el discurso del psicoanálisis, se avizora el desastre de la explosión de almas, se exploran las experiencias históricas de los sobrevivientes al holocausto y a las dictaduras. Se incorporan además temas esenciales como el uso de drogas que activan la memoria de placeres extremos y se desnuda una dimensión vergonzante de la memoria de los humanos: el goce del recurso doloroso. ¿Culmina aquí una trilogía o es esta obra un eslabón en la cadena que lleva al otro polo, ignorado hasta hoy, de la memoria: la nostalgia? ¿Queda aun lugar para una "nostalgia del psicoanálisis" que haga de este volumen el Sigfrido de una tetralogía?
El país del otro
Serge Leclairepsicología y psicoanálisis
El país del otro no es la tierra de nadie, ni de un El, ni de un tú, ni de un yo: se abre en el entre-dos del encuentro y nada puede garantizar sus fronteras, puesto que no tiene. Es un espacio de libre-intercambio de las razones y de las pasiones, un país del más allá en el que florecen los naranjos del deseo y maduran los frutos del amor. Objeto de mil codicias, se desvanece ante la menor tentativa de dominio. Vive porque es tierra de presente y de realidad, a la inversa de un espejismo. Darle lugar y función en el orden sociopolítico de un espacio razonable es la apuesta y el reto que el psicoanalista se ve obligado a sustentar. Para estos fines, considero la estructura del mito como una arquitectura que convendría a las casas freudianas. A través de una serie de fábulas y relatos, se cuestiona y se pone en juicio el arte del psicoanalista; sobre todo se relata su pasión, la de desatar los sutiles lazos que mantienen al sujeto detenido en la conformidad de una sujeción.
Psicología: ideología y ciencia
Marcelo Pasternacpsicología y psicoanálisis
Todo visitante asiduo de librerías puede recordar las tapas y los autores de dos buenas decenas de volúmenes titulados "Psicología" o "Introducción a la psicología". Si es asiduo en la lectura de tales obras puede pensar que ellas discrepan sólo en detalles pero coinciden en lo fundamental, es decir, en lo atinente a objeto, métodos, modos de explicación y técnicas de la psicología.
Psicología: ideología y ciencia coloca al discurso de la psicología oficial en la mira del arma de la crítica epistemológica y muestra que el edificio construido y habitado por esa psicología carece de cimientos científicos y se desmorona al poner a prueba su solidez. En una frase, que la psicología académica es ideología. Conclusión desoladora pero necesaria: tras alcanzarla cabe preguntarse por las bases científicas de una psicología posible. En esa perspectiva, Psicología: ideología y ciencia esboza una teoría de la sujetación que, pasando por encima de un estrecho familiarismo microsociológico, ubica al psicoanálisis en el materialismo histórico sin afectar a su especificidad.
Psicología: ideología y ciencia, un título para sugerir que la psicología es campo de batalla. Allí se enfrentan un sistema de ideas consagradas por el reconocimiento oficial y una teoría en proceso de construcción.
Psicología: ideología y ciencia es toma de partido en este combate que no podrá zanjarse mediante desagües eclécticos y que terminará, cuando estén dadas las condiciones históricas, con la ubicación de la ideología psicológica como materia prima para el conocimiento científico.
Escritos 2
Jacques Lacanpsicología y psicoanálisis
Publicados en Francia en 1966, los Escritos de Jacques Lacan lograron una repercusión inesperada que excedió el campo de los especialistas. Se trata sin duda de un texto decisivo para el pensamiento del siglo XX, no sólo por los conceptos psicoanalíticos por él forjados y por su particular estilo –cuya precisión se anuda a una singular potencia literaria–, sino también porque integra recursos provenientes de disciplinas como la filosofía, la antropología, la lingüística, la lógica y la topología.
Tal vez sea ésta una de las razones de su vitalidad actual: el hecho de que estudiosos de diversas áreas sigan encontrando en los escritos de Lacan la clave de un pensamiento siempre heterodoxo que insinúa, precisamente por eso, la vía menos adocenada para abordar cuestiones tan centrales como el lenguaje, el lugar del sujeto y lo social.
La rigurosidad del texto de Lacan, exenta de toda complacencia, invita al lector a realizar un ejercicio de lectura a la letra, tal como el autor señala que debe leerse el deseo. El descubrimiento del psicoanálisis es el hombre como animal hablante. Es al analista a quien le corresponde poner en serie las palabras que escucha y darles un sentido, una significación. Deshagámonos del hombre promedio, que no existe. No es más que una ficción estadística. Existen individuos, es todo. Cuando escucho hablar del hombre de la calle, de encuestas, de fenómenos de masa y de este género de cosas, pienso en todos los pacientes que vi pasar por el diván durante cuarenta años. Ninguno se parece en ninguna medida a otro, ninguno tiene las mismas fobias, las mismas angustias, la misma manera de contar, el mismo miedo de no entender.
Jacques Lacan. Edición revisada y corregida, siguiendo la edición francesa del texto integral (París, Seuil, 1999).
Escritura y psicoanálisis
Helí Morales Ascenciopsicología y psicoanálisis
En los albores de los tiempos, la escritura representó el modo en que la mano marcó, en la superficie de la cueva, en el tronco del silencio, el devenir de lo humano. Escribir para contar, contar lo que acontece y persiste; contar como especie que cuenta. En el origen, la escritura como trazo. Las culturas son remolinos de creación y producción. El mundo se llena de signos construidos por hombres y mujeres en diferentes lugares y tiempos. La cultura es la geografía de la obra humana. Para que esta obra perdure debe hacerse escritura. La palabra que canta, al hacerse escritura, se convierte en materialidad que narra un tiempo que dura. La escritura permite a la cultura transmutar el tiempo en historia. La escritura es transmisión histórica. Escribir es atentar contra el lenguaje desde las entrañas mismas de una lengua. El poeta quiere usar a las palabras para decir y son ellas quienes lo escriben. Las palabras, en su caudal, sorprenden a quien escribe, pero también al lenguaje. La escritura poética surge en el instante en que, en la espesura muda del lenguaje, una palabra escribe un tiempo nuevo en la sorpresa de una musicalidad desconocida hasta entonces. La escritura es la poesía que crea visiones musicales. El sujeto se constituye desde lo simbólico. Para el psicoanálisis, un sujeto es efecto del lenguaje, más específicamente es lo que es representado por un significante para otro significante. Pero no sólo eso, el sujeto es efecto de la materialidad del significante hecho trazo. El sujeto tiene que ver con lo simbólico pero también con lo real. La escritura es el espacio donde se gesta la inscripción del sujeto. La escritura en psicoanálisis no es sólo lenguaje, es litoral que bordea lo simbólico y se moja con lo real. La escritura es la materialidad del decir, es el espacio donde se asienta el lenguaje en su transcurrir. Es la sede del significante. Pero no nada más. Trazo, transmisión, historia e inscripción son algunas de las funciones de la escritura en el campo del sujeto y la cultura. El psicoanálisis frente a este espacio presenta sus cartas y sus preguntas. No nada más lo hace él; la poesía, la historia, la música, las matemáticas también se cuestionan sobre la escritura. De allí, de ese caleidoscopio de preguntas y respuestas sobre la escritura, es que nace este coloquio y surge este libro.
Sexualidad infantil y apego
Claire Squirespsicología y psicoanálisis
“Debemos convenir -escribe Freud en 1905- en que la vida sexual infantil, por preponderante que sea el dominio de las zonas erógenas, presenta también componentes en los cuales otras personas figuran desde el comienzo como objetos sexuales”. Tales objetos sexuales, los parientes y allegados, la madre en primer lugar, son también los del apego, o dicho de otro modo los objetos vitales. ¿Cómo distinguir lo que sólo demanda ser confundido?
Este debate tiene la edad del psicoanálisis. Los desarrollos recientes y provocativos de las teorías del apego no permiten ya quedarse en las anteriores posiciones. La ocasión es propicia, por eso mismo, para poner en duda los viejos consensos sobre lo que quiere decir la expresión “sexualidad infantil”.
La memoria, la inventora
Néstor A. Braunsteinpsicología y psicoanálisis
Hace pocos meses publiqué Memoria y espanto o el recuerdo de infancia, un libro en el que analicé los presuntos “primeros recuerdos” de una serie de escritores centrados alrededor de una sustanciosa afirmación de Julio Cortázar: “La memoria empieza en el terror.” ¿Se podía creer en el relato de los autores pensando que la memoria reproduce con exactitud los momentos del pasado personal? Definitivamente, no. No hay memorias “auténticas”, sino tan sólo ficciones de la memoria. En el segundo volumen de esta trilogía sobre la memoria me dediqué a investigar los mecanismos de construcción de esas fabulaciones y las razones que llevaban a producirlas. Concluí que al pasado uno no lo encuentra; lo hace... y luego, como memorioso, uno dice que allí estaba, que uno sólo se tomó el trabajo de cosechar los frutos maduros. En mi recorrido encontré un subgénero de la literatura, mitad fiction, mitad non fiction: el de los informes de los médicos tratantes sobre los pacientes a los que les toca atender. El género del historial clínico (Freud, Luria, Sacks, etc.) pertenece a las invenciones de la memoria. Borges escribió dos magníficas fábulas sobre las memorias de Funes y Shakespeare. Los científicos (Kandel) cuentan sus recuerdos y no se privan de los placeres de la creación literaria. Los filósofos discuten lo que sucedió una noche entre ellos (Wittgenstein, Popper, Russell) y el resultado es un rompecabezas hecho de ficciones. Y todos creemos que nuestra memoria es el corazón de nuestra identidad. Lo es… pero hay que desinventarla. El safari de este libro no es el de los primeros recuerdos; es el de la fascinante fabricación de las historias de la vida.
La memoria, la inventora es la segunda parte de una trilogía que culminará con un análisis de las relaciones entre la memoria y la historia ante el tribunal del psicoanálisis y las nemociencias contemporáneas: La memoria del uno y la memoria del otro.
Pasajes psicoanalíticos
Octavio Chamizopsicología y psicoanálisis
El itinerario que sigue este libro surge a raíz de la clínica del narcisismo, misma que abordaremos en otro momento, pero que ya está presente, en tanto causa, en los pasajes que se abren en y entre los conceptos freudianos que aquí vamos a recorrer. Así, este libro es antes que nada un libro de clínica del narcisismo ya que ésta revela, quizá de manera particular, cómo los conceptos no pueden sostenerse idénticos a sí mismos: la clínica no es un espejo de la teoría. Y es por ello, ahí donde tal identidad conceptual se abre, como se pueden construir pasajes psicoanalíticos entre los restos que producen las secesiones a partir del texto freudiano y sus Otros.
Infancia es destino
Santiago Ramírezpsicología y psicoanálisis
Los ensayos sobre teoría y técnica psicoanalítica que forman este libro llevan el título de Infancia es destino porque parten de uno de los conceptos más acendrados dentro de la práctica como psicoanalista del autor. El troquel temprano, la infancia, imprime su sello a los modelos de comportamiento tardío; en otros términos, praxis es devenir, o la infancia es el destino del hombre. La conducta en forma reiterada, estereotipada y constante, se repite.
Los textos giran alrededor de tres grandes temas: las huellas que deja el universo familiar en las personas; la praxis y la teoría psicoanalíticas, y el impacto que tiene la cultura en el desarrollo psíquico de toda una sociedad; temas que aparecen representados, por ejemplo, en cómo la práctica de la maternidad durante el desarrollo del infante impacta hasta en las conductas que éste tendrá en su devenir adulto. Asimismo, Ramírez explora la historia heredada de la Conquista dentro de la "infancia social" de los mexicanos, el odio/amor hacia lo extranjero que sigue permeando la memoria colectiva de los mexicanos o la importancia que tienen los tratamientos médicos para tener una buena "higiene mental".
Para que la bruja no me coma
Dorothy Blochpsicología y psicoanálisis
Este libro convincente y polémico formula una tesis asombrosa: que muchas de las distorsiones y confusiones de la vida adulta tienen sus raíces en el miedo infantil a que nuestros padres nos maten y en la convicción de que nuestras vidas dependen de que ganemos su amor. En Para que la bruja no me coma, Dorothy Bloch se basa en veinticinco años de práctica psicoanalítica. Su libro es a la vez un resumen de su experiencia como terapeuta y una revisión de lo que ha aprendido acerca del funcionamiento interno de la mente humana.
Dorothy Bloch cree que el miedo al infanticidio, que tiene su origen en la vulnerabilidad en nuestra primera infancia, se mezcla más tarde con el pensamiento mágico que nos lleva en la niñez a culparnos por cualquier hecho desgraciado que suceda en nuestro entorno y, por lo tanto, a anticiparnos al castigo. Para sentirse seguro, el niño recurre habitualmente al autoengaño y la fantasía como medidas defensivas. El terror y la rabia son desplazados hacia monstruos y otras criaturas imaginarias, preservando así la creencia (o esperanza) indispensable de que los padres son (o serán) cariñosos.
Desgraciadamente, la fantasía de un yo devaluado que acompaña a la idealización de los padres, por lo general, no se desvanece en la niñez, sino que, desde su escondrijo, en el inconsciente, causa a menudo estragos en la vida de los adultos. Las ramificaciones de este proceso pueden ser complejas y devastadoras, como pone de manifiesto la autora a través de sus conmovedores y dramáticos relatos de encuentros terapéuticos con niños y adultos. Como también demuestra Bloch, el tratamiento psicoanalítico puede ser muy eficaz para resolver los problemas emocionales resultantes.
Eros
Rosaura Martínez Ruizpsicología y psicoanálisis
En Más allá́ del principio del placer, Freud promete introducir en la economía psíquica una tendencia no sujeta al principio del placer, sin embargo, queda incumplida: este principio es soberano. No obstante, siguiendo a Derrida, cuando el principio del placer toma el rostro de la pulsión de muerte, agresión o crueldad, se pueden encontrar y diseñar rodeos que si bien no superan el límite, lo fisuran. Sobre esas grietas de la soberanía del principio del placer, ya sean en el ámbito de lo político o de lo íntimo, trata este libro y son, diría yo, las grietas eróticas. Sin embargo, las fuerzas tanáticas sólo se pueden resistir resistiendo, esto es, dentro de una ontología del gerundio en la que la acción erótica —trabajando en la construcción de vías sublimatorias para la pulsión de muerte y que aquí propongo como acción política— es una tarea interminable. Podemos decir que esta tarea es imposible, pero la dificultad no deja de forjarla como algo que es imperativo hacer, esto es, una tarea imposible sigue siendo un quehacer, que nunca se completa, pero que su tiempo es el del gerundio y no el de la parálisis. La pulsión de muerte es insuperable; sin embargo, vía la acción política podemos retardarla, dejarla para más tarde, siempre y radicalmente para más tarde. Con todo, el esfuerzo de resistencia debe ser ininterrumpido, el batallón erótico no puede tomar respiros, su duelo no es a muerte, pero sí hasta la muerte...